La Diputación de Córdoba acoge la séptima edición

El concurso de vinagres Vinavin entra en la fase final con la cata de las 85 muestras recibidas

Rocío Marquez: "No es lo mismo catar vino que vinagre, los que mejor lo hacen son los cocineros"

Andrés Lorite y Antonio Jiménez, técnico del Centro Agropecuario, observan las muestras preparadas antes de la cata.

Andrés Lorite y Antonio Jiménez, técnico del Centro Agropecuario, observan las muestras preparadas antes de la cata. / R.V.

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Los 28 catadores profesionales especializados en vinagres tenían este lunes tres horas y media para decidir cuáles de las más de 85 muestras recibidas se merecerán el triunfo en la séptima edición del concurso internacional de vinagres Premios Vinavin, organizado por el Centro Agropecuario de la Diputación de Córdoba.

A juicio de Andrés Lorite, responsable de Agricultura de la institución provincial, “es el único concurso del mundo” en esta materia, lo que convierte a Córdoba “en la capital mundial de la calidad del vinagre”. No en vano, han llegado participaciones de las tres denominaciones de origen protegidas de Andalucía,  como son Jerez, el Condado de Huelva y Montilla-Moriles, pero también de otras zonas del territorio nacional y de varios países tanto de Europa, como de América o Asia. Sobre el vinagre de origen cordobés, el vicepresidente primero de la Diputación dijo que es un producto de “excelencia”, pese a ser un poco desconocido.  

Los catadores, junto a las autoridades, en el patio barroco de la Diputación.

Los catadores, junto a las autoridades, en el patio barroco de la Diputación. / R.V.

Profesionales de la gastronomía

Para el panel de cata se han seleccionado a profesionales de la gastronomía, tanto chefs como periodistas o críticos y enólogos de larga trayectoria y conocimientos en la materia. Sin embargo, catar un vino y un vinagre no es lo mismo, según ha explicado a Diario CÓRDOBA la presidenta de Vinavín, Rocío Márquez, que apunta que “la gran diferencia es la potencia organoléptica de un vinagre”, pues aunque las fases son las mismas, “visual, olfativa y gustativa, lo que ocurre es que por las características del acético, del punto de acidez, de un ph más bajo que el vino, en la fase nariz y en la fase boca, tenemos que hacerlo de una forma un poco más relajada y alejada para no saturarse”.

En boca, explica la experta, “en boca, menor cantidad, para poder captar y no saturarse” y luego, otra fase importante es la visual, “que en vino es muy importante, la limpidez, etcétera, en el vinagre está un poco menos valorado por sus propias características de elaboración”.

Un catador en pleno análisi olfativo de una de las muestras de vinagre.

Un catador en pleno análisi olfativo de una de las muestras de vinagre. / R.V.

En cuanto a los catadores, Rocío Márquez indica que no son los mismos que los del vino. “Después de 10 años de experiencia en cata, los que mejor catan el vinagre, lógicamente, son los técnicos elaboradores de vinagre y los chefs, los cocineros, porque trabajan con el vinagre, que es un ingrediente, mientras que el vino es algo terminado y hay que visionar para qué es ese vinagre”. Los catadores se han repartido en varias mesas a las que un grupo de camareros han ido acercando las muestras, tapadas y sin identificación para que los profesionales procedan a sus correspondientes catas.

La vinagreta perfecta

Los mejores vinagres resultantes de este concurso servirán para elaborar “la vinagreta perfecta” para la que se contará también con los mejores aceites surgidos del otro concurso organizado por la Diputación. Andrés Lorite ha recordado que estos vinagres serán también presentados en cuantas ferias promocionales de la gastronomía cordobesa se lleven a cabo tanto en España como en el extranjero.

El resultado final, según han apuntado desde el Centro Agropecuario, se conocerá esta misma semana y unos días después se celebrará la gala de entrega de premios.