ENTREVISTA | José Cosano Presidente de la Real Academia de Córdoba

«No descarto que haya alguna candidata a presidir la Real Academia»

José Cosano y la sede de la Real Academia

Manuel Murillo

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

La Real Academia lleva más de una década viviendo de prestado en una sede que no es la suya. Una de las metas que se marcó como presidente fue la vuelta a casa. A punto de terminar su mandato, el alcalde ha anunciado la inminente rehabilitación de la casa de Ambrosio de Morales. ¿Está satisfecho con esta noticia o llega tarde?

Sí, estoy satisfecho, lo que espero es que los trámites, que en la administración siempre son lentos, no se retrasen y se cumpla el compromiso de que la licitación empiece antes del verano y que las empresas que acudan sean empresas serias y se ajusten al plazo de ejecución de ocho meses. Nosotros tenemos la casa anexa, que Cajasur nos donó, casi terminada después de una inversión de cien millones de pesetas que ha sido posible a través de donaciones. Esa casa está restaurada a falta de colocar los tabiques, la instalación de agua y luz y los ascensores para que sea accesible. La idea es que el acceso a la Real Academia sea por esa puerta, que sea un espacio permanentemente abierto a l ciudadanía, con actividades culturales de todo tipo, de forma que se complete un eje cultural que revitalizaría el casco histórico y que arrancaría desde el Templo Romano hacia la Real Academia, la Fundación Gala y el Teatro Cómico, el Museo Arqueológico... para culminar en la Mezquita, el Alcázar y la Fundación Botí.

¿Qué plazos manejan para la realización de la obra?

El proyecto de obra ya está hecho y el compromiso del alcalde es que se licite antes del verano y se ejecute en ocho meses. Por otro lado, los flecos que están pendientes en la otra casa nos obligará a la fundación Pro Real Academia a buscar apoyos financieros con el fin de pedir la menor hipoteca posible.

¿Piensan compartir la nueva sede con otra institución?

No. Cajasur cedió esa casa con la condición de que fuera la sede permanente de la Real Academia de Córdoba y no puede ser de otra manera.

¿Cómo se financia la actividad de la Real Academia?

A través de la fundación, que aporta recursos para la contratación del personal de administración, y a través de los socios, los académicos, que contribuyen con una cuota anual mínima de 120 euros. A partir de ahí, cada socio aporta lo que puede en la medida de sus posibilidades.

¿Cuántos académicos hay adscritos actualmente?

Tenemos académicos numerarios, divididos en cinco secciones con siete académicos cada uno. Ahí hay números clausus. Luego hay académicos correspondientes con residencia en la capital y correspondientes de la provincia. En total, habrá unos 80.

En junio, acaba su segundo mandato, el máximo que permiten los estatutos. ¿Ve algún sucesor claro, hay algún nombre que se esté postulando ya?

Me consta que ya hay personas que se lo están pensando. El próximo 16 de mayo propondré al Pleno el calendario electoral, que espero salga adelante y a partir de ahí, veremos. Yo creo que habrá más de un candidato.

¿Cree que habrá alguna candidata también?

Puede ser que haya alguna, no lo descarto. Una de mis prioridades en estos años ha sido precisamente incorporar a jóvenes y a mujeres. El rasero para todos y todas es el mismo, el de la excelencia.

La edad media de los miembros de la Academia es alta, pero hay relevo generacional El 16 de mayo presentaré el calendario electoral para presidir la Real Academia

Coincidirá conmigo en que sorprende que en pleno siglo XXI, una institución cultural como esta tenga tan escasa presencia femenina. Solo hay cinco mujeres numerarias. ¿No hay forma de acelerar el objetivo de la paridad?

Ese es un camino que hemos iniciado ya. El requisito para entrar es que tres numerarios firmen tu ingreso y efectivamente hay mujeres y hombres con méritos suficientes. El curriculum y la excelencia es lo que determina si puedes entrar o no. En cualquier caso, las propuestas que están visadas por la junta rectora, normalmente salen adelante.

¿La Real Academia tiene asegurado el relevo generacional?

Sí, por supuesto, precisamente porque nos hemos preocupado de incorporar a gente joven, digo jóvenes de unos 40 años. Porque el futuro está ahí, y cada vez están entrando más jóvenes.

¿Cuál es la edad media de los miembros de la Real Academia?

No lo sé. La media ahora mismo es alta todavía porque muchos vamos teniendo una edad respetable. Llegará un momento en el que haya que reformar los estatutos para poner un límite de permanencia. Ahora mismo, el cargo de académico es vitalicio, hasta que te mueres. De todas formas, los mayores deben estar para aportar experiencia y para aconsejar a los jóvenes, pero habría que poner un tope de edad.

Otro de los retos de la Real Academia es completar la digitalización de sus fondos. ¿Cómo está siendo ese proceso?

Ahora mismo vamos estupendamente. Contamos con la persona adecuada anexada, Juan Gregorio Nevado, que se está dedicando a digitalizar todo el archivo y a crear una nueva página web. Habrá que incorporar al archivo digital los expedientes de todos los que lleguen nuevos y después ir retrocediendo al menos en cinco años. Tenemos que ver cómo se puede aplicar la ley de protección de datos a nuestros fondos para ver qué se puede digitalizar y qué no porque nuestra intención es incorporar a nuestra web todos los trabajos que no tengan derechos de autor para que cualquiera pueda consultarlos libremente. También tenemos una amplia colección de libros de las distintas secciones que también queremos incorporar poco a poco. En esas colecciones solo hay una mujer, María Teresa García Moreno, que fue catedrática de Piano en el Conservatorio Superior de Música y que hizo una donación importante. Esto es así porque en el pasado, reinaron académicos un poco machistas y las mujeres no se atrevían ni a aparecer por la Academia, aunque aquí tuvimos adscrita como correspondiente a Emilia Pardo Bazán, cuando no la dejaron entrar en la Real Academia de Madrid. Por eso queremos que haya más mujeres en ese tipo de colecciones. Y pienso por ejemplo en Luisa Revuelta, que trabajó mucho por Córdoba y fue académica numeraria electa, aunque luego no leyó el discurso porque el ambiente no era el propicio.

El fin principal de la Real Academia es la dinamización y divulgación cultural. ¿Cuáles van a ser las próximas actividades?

Lo próximo que vamos a hacer es una jornada dedicada a la mediación donde intervendrán expertos en la materia.

En la Real Academia hay varias secciones, ¿cuál es la más activa en la organización de eventos?

Todas aportan, pero la más activa suele ser la de Bellas Letras.

¿Le quedará alguna espinita tras estos ocho años al frente de la institución?

Me habría gustado inaugurar la nueva sede porque no hay ninguna ciudad como Córdoba que no cuente con un palacete asignado a la Real Academia. Lo tiene Sevilla, Antequera... lo de Córdoba es una anomalía total y absoluta. En todo caso, aunque yo no esté, lo que sí quisiera y esa es mi espinita, es que a la inauguración venga la Reina Sofía, que es académica de honor.

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