literatura

'Horizonte', el despertar de África

La periodista y escritora María Iglesias novela la epopeya real de un camerunés que cruza el Estrecho y encuentra en Córdoba la fuerza para elevar la voz del continente expoliado

La periodista Maria Iglesias con su novela 'Horizonte'.

La periodista Maria Iglesias con su novela 'Horizonte'. / M. DONAS

Irina Marzo

Irina Marzo

Antes de empezar a escribir Horizonte (editorial Edhasa), María Iglesias desplegó un mapa de África ante su mesa de trabajo. El continente tililaba inmenso en la hoja sujeta con chinchetas. Situó Camerún y repasó con la mirada la ruta en tinta que Ketu Simo, el protagonista, haría por las páginas de su novela: Nigeria, Níger, Argelia, el Sáhara, Marruecos, España… La periodista y escritora sevillana trazó con el dedo un puente imaginario entre las dos orillas del Estrecho y pensó en su amigo Sani Ladan, un camerunés de carne y hueso que años antes había hecho ese mismo camino, una auténtica epopeya, para alcanzar un sueño: estudiar

«Mi vida era buena. Nada me faltaba. Siempre fui inquieto, quise aportar a la sociedad. Cuando mi beca de periodismo en Quebec la vendieron a otro, no lo soporté», le contaba a la periodista sevillana en aquella entrevista que dio paso a una amistad y, a la postre, a esta novela que recupera la aventura existencial de Ladan por escapar de la corrupción de su país y en la que Córdoba emerge como una tabla de salvación para el muchacho. 

Horizonte es, en parte, la historia novelada de Sani Ladan, activista panafricano, analista internacional e investigador a quien María lglesias entrevistó para eldiario.es en 2018, y en parte, la historia real del escasamente conocido proyecto de construcción de un puente entre África y Europa, en el que España y Marruecos trabajan oficialmente desde los años 80. Se creó, --de hecho existe, tiene CIF, organigrama y presupuesto--, una sociedad estatal a tal efecto, la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar SA (Secegsa), que recientemente ha asegurado que el proyecto de ingeniería para unir ambos continentes está «más cerca».

María Iglesias ante el Estrecho visto desde Ceuta.

María Iglesias ante el Estrecho visto desde Ceuta. / Antonio Sempere

Entre la literatura y el periodismo

Sobre esos dos pilares y en torno a la potente metáfora del puente entre los dos continentes se cimenta esta novela entre la literatura y el periodismo, entre la ficción y la realidad, y que María Iglesias escribió tras varios viajes a África y largas charlas con Ana Rosado, investigadora de migraciones de la Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) y Marie Dodo, inmigrante marfileña, así como con el propio Ladan. En Horizonte late una pulsión política, que la autora de Lazos de humo y El granado de Lesbos no puede ni quiere soslayar. «Sani me hablaba siempre en un plural de una generación. No me hablaba solo de él sino de que había un cambio en marcha en África y que ellos iban a propiciar por primera vez un pulso de igualdad con Europa», cuenta María Iglesias. Así, la novela se convierte también en la voz de una generación de africanos (que recuerda a la organización Urgences Panafricaniste y a su lema «autodeterminación y antivictimización») que reivindica un África libre del yugo europeo y en pie de igualdad. 

«Desde la orilla europea sólo hablamos de la llegada de pateras o de los naufragios, pero no vemos la razón que los causa: el expolio europeo de África sesenta años después de las independencias, que esta nueva generación africana está decidida a parar», comenta la periodista.

Córdoba, la tabla de salvación

«Córdoba es la parte más luminosa de este libro» --reconoce Iglesias --, la que nos reconcilia con el ser humano». Es aquí donde Ketu Simo (y en la vida real Sani Ladan) llega, después de pasar por las penalidades de la emigración, del desierto –donde muere su amigo—, de cruzar a nado a Ceuta, del CIE de Tarifa y los invernaderos de El Ejido. En Córdoba, después de semanas durmiendo en un cajero y mendigando una cita en la Delegación de Educación para tratar de convalidar sus estudios, una familia lo acoge en su casa y hace realidad su sueño de estudiar en la universidad. «La realidad supera la ficción porque en realidad fueron dos familias las que ayudaron a Sani en Córdoba», explica la autora que invita al lector a cruzar un puente imaginario hacia un horizonte de igualdad de africanos y europeos.

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