Agricultura

El convenio del campo de Córdoba, atascado a la espera de las medidas sociales del Gobierno

UGT y CCOO no descartan movilizaciones y reclaman mejoras, mientras que las patronales creen que el Ejecutivo genera incertidumbre con sus normas

Recogida de ajo en una finca cordobesa.

Recogida de ajo en una finca cordobesa. / Francisco González

Rafael Verdú

Rafael Verdú

El convenio sectorial del campo, que suele negociarse cada año, lleva siete meses atascado en la negociación entre sindicatos y patronales, con posturas muy alejadas que impiden su firma a pesar de lo avanzado del año, tal como han reconocido a este periódico varios agentes consultados.

El principal escollo está en los planes del Gobierno central para aumentar el SMI (salario mínimo interprofesional) y reducir la jornada laboral, que a la postre tendría un impacto en las condiciones para trabajar en el campo cordobés. Lo que varía es la interpretación que realizan unos y otros sobre el mismo hecho.

Para Manuel Muñoz, responsable del área de Campo de CCOO, «hay un colapso» en la negociación del convenio, ya que las posturas están muy alejadas. En su opinión, las patronales «están esperando a que se apruebe la reducción de jornada, de la que aún no se sabe nada». Pero además, y en cuanto al contenido en sí del pacto para el agro cordobés, el sindicato CCOO considera que hay que actualizar las tablas salariales en un 3% de incremento tanto para este año como para el que viene, y adaptarlas para evitar la paradoja que se da ahora: solo hay una categoría, de modo que un ingeniero gana -en teoría- lo mismo que un peón. «Es el único convenio en el que todo el mundo gana igual», critica Muñoz.

UGT

Desde UGT amenazan con movilizaciones si no se dan avances en la negociación. En un comunicado remitido esta semana, el secretario provincial de la rama agrícola, Pedro Téllez, advirtió que los ugetistas dejaron claro que «en este convenio no les vale sólo una adaptación al SMI y a la nueva normativa», y añadió que «este año somos más ambiciosos y queremos un convenio colectivo acorde al siglo XXI». 

Pedro Téllez mostró la confianza del sindicato en que «el convenio pueda seguir avanzando de manera ágil y se pueda encauzar antes de que acabe el verano, porque otro escenario no sería nada positivo y habría que tomar otra serie de actuaciones». 

Asaja

Las patronales también aluden al paquete de medidas sociales que quiere lanzar el Gobierno de Pedro Sánchez en breve, pero lo ven de otra manera. Creen que la situación de espera hace inviable aprobar ahora un convenio marco para el campo cuando es posible que la base termine siendo modificada por decretos o medidas ejecutivas este mismo verano.

Así, Rafael Navas, secretario de Asaja Córdoba, manifiesta que «el Gobierno legisla en temas laborales de forma continua e impone asuntos que eran de la negociación colectiva». En esa categoría entran tanto la reducción de la jornada laboral como el incremento del SMI. De ese modo, cree Navas que «los sindicatos están confiados en que el Gobierno negocie por ellos», pero «mientras no conozcamos toda la normativa, es muy difícil avanzar» y «eso lo está retrasando todo».

COAG

Por su parte, Carmen Quintero, secretaria de COAG-Córdoba, incide en parecidos argumentos. «Nosotros no podemos llegar a un acuerdo porque estamos en una situación de no tener todas las cuestiones que necesitamos. Si luego sale una nueva norma en 10 o 20 días, no tenemos toda la información para que el convenio esté actualizado. Por eso está un poco paralizado». Y por si eso fuera, poco «además UGT y CCOO no se ponen de acuerdo en cuestiones fundamentales», una tesis en la que coincide con Asaja. 

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