Agricultura

La producción del melocotón se estabiliza tras las lluvias de marzo

La Veguilla ya trabaja en la recogida, que tiene gran calidad y buen calibre, y espera que la cosecha de este año alcance las 600 toneladas, tras la merma de 2023 debido a la sequía

Campaña del melocotón y la nectarina en la finca La Veguilla

A. J. González

Elisa Manzano

Elisa Manzano

Con una media de 100 jornales diarios, entre recolectores, tractoristas y manipulación en planta clasificando y envasando, se encuentra la finca La Veguilla (Córdoba) en plena campaña del melocotón. Una finca con producción de esta fruta de hueso, junto a la nectarina, que prioriza por el kilómetro 0, el mercado de cercanía. Del árbol a la mesa, un total de 12 variedades de melocotón en una campaña dominada por la calidad y buen calibre.

Francisco Natera, administrador de la explotación, explica que la campaña de este verano del melocotón se ha estabilizado en producción, tras la merma de la anterior cosecha provocada por la sequía. Así que la campaña de 2024 consolida una producción de 600 toneladas. Apunta Natera que gracias «a las lluvias de primavera, permitieron el almacenamiento de agua en la distribución de la cuenca, y la humedad del suelo». Nada que ver con la cosecha de 2023, cuando la producción de esta fruta de hueso en La Veguilla se redujo en un 20% a pesar de que incluso la finca sacrificó el riego de otros cultivos por la arboleda, para salvar estos frutales.

Para Francisco Natera, la seña de identidad de la casa es el comercio local, de cercanía, kilómetro 0. Desde esta filosofía, explica que los retos de la firma son intentar seguir produciendo fruta de calidad, ser lo más sostenibles posible desde todos los parámetros que marcan los insumos, desde abonos, fitosanitarios y la energía. En este punto, el administrador subraya que ya se acometió una inversión por la energía solar, un plan de autoconsumo por placas solares que ha permitido que el 80% de la energía consumida sea renovable. A modo poético, dice que «vivimos al ritmo del sol», precisando que adaptamos los riegos según las horas del sol, algo que «hace unos años era impensable», apunta.

Suben los costes

Francisco Natera señala que al ser una fruta más perecedera que, por ejemplo, el cítrico (naranja), no se enfrenta a la producción de países terceros , ya que el melocotón no podría soportar viajes marítimos como la naranja. Aunque sí reconoce la subida de costes de producción, dice que los tratamientos del cultivo han pasado de unos 25 euros la hectárea a 100 euros. Señala que es debido a la presión de las grandes multinacionales que han recurrido el abanico de las firmas proveedoras.

La producción de fruta de hueso de La Veguilla arranca a finales de octubre, dice Natera. «Cuando cae la hoja» es el momento de la poda, tareas que duran hasta febrero y generan, de media, 100 horas por hectárea de trabajo. En primavera, abril y mayo, llega el aclare, con 250 horas por hectárea, para proceder a la recolección con 400 horas por hectárea, apunta el administrador.

Entre las singularidades de este cultivo, entre la más llamativa está su floración, del blanco al rosa. Cuenta que casi todos los años se desplaza a la finca el Aula de Fotografía de la Universidad de Córdoba a hacer un reportaje. El momento elegido, las tardes a finales de febrero.

Por otro lado, La Veguilla llama la atención sobre el consumo de fruta fresca. El administrador señala que el perfil del consumidor en este mercado local, de cercanía, con atenciones también a algunos puntos del país como la costa, es adulto, de más de 50 años. Anima a los jóvenes a consumir fruta fresca y acercar la producción de La Veguilla a los niños.

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