Para atender el gran volumen de trabajo existente en la Fiscalía cordobesa y para contribuir a reducir el atasco de casos que vienen padeciendo todos los órganos judiciales de Córdoba, el fiscal jefe considera que sería necesario aumentar la plantilla «en 5 o 6 fiscales más», acompañados también de un aumento de los funcionarios que atienden las labores administrativas y de gestión de estos fiscales. Actualmente, la plantilla de fiscales de Córdoba está compuesta por 33 personas, y 25 funcionarios de Administración de Justicia, a los que en los últimos meses se les ha sumado un fiscal de refuerzo para el macrojuicio de la denominada operación ‘Fénix’, en la que están encausadas 130 personas, empresarios y sociedades del sector de la joyería por delitos de fraude a la Hacienda pública. Juicio que comenzó el pasado mes de octubre. Con todo, y haciendo referencia a la jurisdicción ordinaria penal y civil, son 30 los fiscales disponibles y 15 funcionarios, es decir, una ratio de 0,5 funcionarios por fiscal, «cuando como mínimo necesitaríamos un funcionario por fiscal». Esta carencia provoca, según Juan Calvo-Rubio, que muchos fiscales cordobeses estén realizando labores que no les corresponden, con el consiguiente retraso en las funciones que sí les son propias. Además, el fiscal jefe apunta que «de guardia necesitamos una media de 15 fiscales», por lo que en ocasiones, ante imprevistos o ausencia de algún profesional por baja médica, «se hace difícil sacar el servicio diario adelante». En los juzgados de la provincia, que asumen la doble competencia civil y penal, existe todavía menos plantilla de funcionarios, por lo que «el atasco es aún mayor en los pueblos».