REPORTAJE

De vuelta al desierto con 26 kilos de cariño en la maleta

122 niños saharauis se despiden de sus familias de acogida en Córdoba para volar de regreso a los campamentos de Tinduf

Otros cuatro permanecerán más tiempo para someterse a intervención quirúrgica o tratamiento 

Los niños saharuis se despiden de Córdoba.

Los niños saharuis se despiden de Córdoba. / CÓRDOBA

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Llegaron a Córdoba en julio y este sábado dijeron adiós a sus Vacaciones en paz. 122 de los 126 niños que hace casi dos meses se encontraron con sus familias de acogida para disfrutar del verano, tomaron este sábado el avión de vuelta a casa. Lo hicieron tras una última jornada muy dura, de sonrisas y lágrimas, en la que lo más complicado siempre es cerrar la maleta. «No pueden llevar más de 26 kilos de vuelta y todas las familias intentan que se lleven el máximo de ropa, juguetes, material escolar, comida y regalos para los suyos», explicaba este sábado Bea Sánchez, una de las responsables del programa en Córdoba.

En la memoria de los menores y de los adultos, quedará el recuerdo de un verano en el que han compartido «salidas a la playa, al parque acuático, a la piscina, encuentros con otros niños, muchas risas y días en familia». La intención última es «establecer un lazo de unión que sirva de chaleco salvavidas a estos niños que viven en los campos de refugiados de Tinduf, para que sientan que no están solos y que siempre tendrán a su segunda familia en Córdoba». Para quienes los reciben, «tenerlos en casa es un auténtico regalo porque derrochan cariño y alegría».

Con esa idea, cada año desde hace casi tres décadas (en 2024 se cumplirán 30 años del programa), más de un centenar de chicos y chicas de entre 8 y 12 años pasan el verano lejos del desierto. «Por mucho calor que haga aquí, en el Sáhara hace mucho más», recuerdan los padres de acogida, «aquí hay aire acondicionado, agua corriente, se alimentan bien y reciben atención médica».

Familias de acogida en la despedida de los pequeños saharauis.

Familias de acogida en la despedida de los pequeños saharauis. / CÓRDOBA

Fruto de esos reconocimientos, cuatro niños alargarán su estancia unos días más, tres de ellos para someterse a una intervención quirúrgica y otro para recibir tratamiento médico previa autorización de sus familias, con las que se comunican a diario. Según Bea, «el programa Vacaciones en paz salva muchas vidas porque se detectan dolencias que, aun siendo leves, en el desierto pueden complicarse y resultar mortales».

Día de despedida hasta el próximo encuentro.

Día de despedida hasta el próximo encuentro. / CÓRDOBA

Los niños que viajaron este año por primera vez no sabían nada de español, pero este sábado ya hablaban sin problema. Su mayor deseo es que las familias de Córdoba les visiten en el Sáhara y conozcan a sus padres. De hecho, muchas familias acogedoras ya han viajado a los campamentos y otras lo harán en diciembre.

La meta de la organización es aumentar el número de estancias cada año, así que «quienes quieran participar, solo tienen que contactar con nosotros en primavera acansa1@hotmail.com». Merece la pena compartir el verano con ellos. Buen viaje y hasta pronto.