ENTREVISTA | Fernando Sánchez Presidente de la Asociación Andaluza de Salvamento y Socorrismo

«No hay una formación adecuada para que los socorristas salven vidas»

Fernando Sánchez, en su trabajo como socorrista en la Costa del Sol.

Fernando Sánchez, en su trabajo como socorrista en la Costa del Sol. / CÓRDOBA

Adrián Ramírez

Adrián Ramírez

Con ocho años de experiencia como socorrista en la Costa del Sol, ahora trabaja por una mayor profesionalización y regularización de un sector muy precarizado y que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte este verano

-España y Andalucía batieron en 2023 récords de ahogados, ¿cómo se presenta la temporada para los socorristas en este sentido?

-Este año se espera negro. En 2022 hubo 394 ahogados y en 2023 422, son 28 personas más. Los datos que se prevén para 2024 son preocupantes. La temporada depende de muchos factores, como la afluencia en playas y piscinas. Se presupone una campaña turística de récords en España y, en concreto, en Andalucía, que es la comunidad con más muertes por ahogamiento. Otro factor es el clima, la temperatura hace que más gente vaya al agua. Pero el más importante es la imprudencia. La mayoría de ahogamientos son previsibles y evitables. La imprudencia cuesta vidas.

-¿Qué factores provocan los ahogamientos?

-La imprudencia y falta de conocimiento, tanto de los peligros como de cómo actuar. Cuando se junta todo tenemos el trágico resultado. El ahogamiento, en la mayoría de casos, es evitable. Si no es por la falta de supervisión, es por imprudencia, por meterse con bandera roja... Falta mucha conciencia.

-¿Y cómo hay que actuar?

-Lo más importante siempre es avisar. Pero el problema más grande es que en España no hay una concienciación o no hay una educación de qué hacer en caso de emergencia. No hay ninguna asignatura de primeros auxilios, RCP, cómo evitar ahogamientos... Por lo que cuando llegan, no tenemos ni idea de cómo actuar. No podemos hacerlo si no tenemos los conocimientos, ese es el principal obstáculo. Si supiéramos cómo hacerlo, cómo trasladar la información con una llamada y cuáles son los riesgos, evitaríamos muchos ahogamientos. Pero como no hay conciencia y tampoco educación de qué hacer, cuando se hace, es de la manera incorrecta.

Imagen de socorristas en una playa.

Imagen de socorristas en una playa. / DIARIO INFORMACIÓN

-Estar calmado también es importante entiendo.

-Sí, es lo primero de todo. Una vez estás relajado y conoces tus posibilidades, hay que solicitar ayuda de la forma más rápida posible.

-La falta de formación y la precariedad en su sector es otro punto clave.

-Desde luego. Es un trabajo de cuatro meses de verano, por lo que normalmente el perfil que se forma es de gente joven, que es su primer empleo, y no se le da el valor que realmente tiene, que hay vidas en tus manos. Somos profesionales de la emergencia que tenemos que estar ahí en el momento que ocurren los accidentes, pero, sobre todo, tenemos que hacer una buena labor de prevención. También al socorrista no se le da la importancia que tiene. Se le ve como una figura que hay que tenerla porque lo exige la ley y no porque es una persona que va a salvar vidas.

En España no hay conciencia ni formación sobre cómo actuar en caso de ahogamiento

-Nos falta conciencia.

-Se ve a la figura del socorrista como alguien que está pasando el rato, que está porque tiene que estar, cuando realmente no. Es la primera intervención que hay de cara a que vengan los equipos médicos. Sabemos primeros auxilios, realizar un rescate en el medio acuático...

-Una mayor profesionalización del sector sería clave.

-Es el primer punto desde el que luchamos, la profesionalidad. El socorrista es un profesional de la emergencia. Esto empieza con la formación, tanto de los trabajadores como de la sociedad.

-¿Es suficiente la formación para socorristas en España?

-Como está ligado a la temporalidad, entran en el sector muchas empresas que realmente van por la parte económica. Si formas a alguien que va a estar salvando vidas, tienes que dar una educación que sea acorde a la exigencia del servicio. Que tenga unos requisitos físicos y unos conocimientos teóricos exhaustivos. Que no se saque el curso on line, porque después cuando estés actuando con una persona, ¿cómo van a realizar ese RCP si lo has visto desde una pantalla? Habría que poner una barrera de entrada mucho más grande y exigente. El paso más importante es legislar la formación del socorrismo de manera contundente.

-Muchos jóvenes precisamente empiezan siendo socorristas, ¿qué consejo les daría?

-Es un trabajo trampolín, pero es bonito y satisfactorio porque colaboras con personas e incluso puedes salvarles la vida. Ayudas en el día a día. Es un puesto que a veces no es gratificante porque solo te lo agradece aquel al que echas una mano, pero en el momento en que tú das esa ayuda tienes la satisfacción personal de lo que has hecho. Eso no tiene precio. Además, si te gusta el mundo de la emergencia, esta profesión te permite entrar en el mercado laboral y ganarte tu primer sueldo. Eso es tremendamente bonito.

Ambiente en la piscina de la Fuensanta.

Ambiente en la piscina de la Fuensanta. / Víctor Castro

-¿Cuál es el trabajo de un socorrista que no ve la gente en general?

-La principal función del socorrista y que no la ve nadie es la prevención. Estamos realmente para evitar que pase alguna desgracia. Si haces una buena prevención evitas todo tipo de problemas. No obstante, hay veces que aunque lo hagas ocurren los accidentes, entonces ahí es cuando ya tienes que actuar y tienes que tener los conocimientos. Pero el socorrista es una figura cuyo objetivo principal es prevenir.

-¿Cómo de diferente es el trabajo en una playa respecto a una piscina?

-Es totalmente distinto, porque en una playa tienen muchas complicaciones que en una piscina no puedes controlar. El número de usuarios es el principal, pero también el estado del mar, el viento y todo lo que rodea a la playa, como lo que sucede en el paseo marítimo.

-Pero la piscina también tiene sus propios riesgos.

-Si, por ejemplo, el tema de los saltos. La mayoría de lesionados medulares en España se debe al salto de cabeza. Parece una tontería cuando el socorrista regaña, pero es muy importante, se evita así que mucha gente acabe tetrapléjica y en silla de ruedas. También está la exposición al sol, que los usuarios no sepan nadar y la falta de vigilancia.

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