Las tres religiosas que quedan se marcharán a Salamanca antes de final de año

Las Carmelitas Descalzas terminan su misión en Lucena después de cuatro siglos

La crisis vocacional impone este final para una congregación instituida en la ciudad en el año 1612, después de una fundación inicial emplazada en Cabra nueve años antes

Convento de San José en Lucena.

Convento de San José en Lucena. / M. GONZÁLEZ

Manuel González

Manuel González

La historia secular de las Carmelitas Descalzas en Lucena, con un origen anterior en Cabra, finalizará antes de la conclusión del presente año. Las tres religiosas que aún habitan en el convento de San José comunicaron este pasado jueves al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, el traslado de su misión al Carmelo de Cabrera, en la Diócesis de Salamanca, y la extinción de la congregación en la localidad. 

El fallecimiento de la madre Adriana de Jesús, en septiembre del pasado año, enfiló una alargada despedida presagiada desde hace años. Al morir esta religiosa, nexo de una fluida y constante relación con el papa Francisco, sólo un "permiso especial" del obispo de Roma favoreció, con sólo cuatro monjas, la persistencia de la comunidad, porque la normativa eclesiástica establece un número mínimo de seis. 

Vida contemplativa

La posterior salida de otra hermana, hace unos meses, convertía en "imposible", relata el capellán del monasterio, Eugenio Bujalance, la continuidad de la vocación contemplativa en la avenida de Santa Teresa.

Cuatro folios sucesivos, expuestos en la entrada de la iglesia y firmados por la actual priora, Magdalena de San Juan de la Cruz, comunicaban la conclusión de su estancia en Lucena, causándoles "mucho dolor y una gran tristeza". En el municipio, esta noticia ha suscitado resignación, nostalgia y pena colectiva.

En diciembre de este año, El Carmelo conmemoraría sus 421 años, después de su constitución, primero en Cabra, en el año 1603, para desplazar su sede a Lucena en mayo de 1612. En la provincia, siguen radicadas en la capital, Hornachuelos y Aguilar de la Frontera.

Dentro del municipio lucentino la cronología de estas seguidoras de Santa Teresa halló su incardinación junto a la Plaza Nueva, entre las calles La Villa y Juan Palma García, extendiéndose hasta la Plaza de Aguilar. En el año 1966 cambiaron de emplazamiento hasta la actual localización en la avenida de Santa Teresa

Fachada principal del convento de las Carmelitas Descalzas en Lucena.

Fachada principal del convento de las Carmelitas Descalzas en Lucena. / M. GONZÁLEZ

Las "amigas del Papa"

Estas "amigas del Papa", como las define la Diócesis de Córdoba, por las frecuentes llamadas telefónicas con Francisco, en su última generación, desembarcaron en Lucena en 1998, encomendadas desde Castellón.

Eugenio Bujalance, párroco también de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, reproducía este viernes "el desgarro" que significa para Lucena la pérdida de esta congregación que "durante tanto tiempo ha participado en la vida activa religiosa del pueblo". Este sacerdote, aparte de otras aportaciones materiales, encumbró la entrega de "la oración" brindada a los vecinos de Lucena.

Desde el convento de clausura, trabaron una profunda vinculación con la devoción aracelitana, tangible en la hechura del manto blanco ligado a la coronación canónica de la patrona. Igualmente, afianzaron el símbolo de la mariposa que engarza a la comunidad carmelitana con la advoración mariana de la Sierra de Aras. En la memoria de la sociedad local también se conservarán perennes las visitas de los Reyes Magos cada 5 de enero o la presencia, en 2012, de la Virgen de Araceli en el convento de San José por los cuatro siglos de trayectoria silente y comprometida. 

En principio, podría plantearse la continuidad de la celebración de eucaristías en el templo. En su adiós oficial, estas monjas testimoniaban que "llevaremos muy en el corazón y en el alma" a todos los lucentinos.