TRIBUNALES

8.000 euros de indemnización para un guardia civil agredido en La Rambla

Interior ha estimado la solicitud indemnizatoria planteada por los servicios jurídicos de AUGC tras haber sido declarado insolvente el agresor

Un vehículo d ela Guardia Civil.

Un vehículo d ela Guardia Civil. / CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Córdoba ha logrado que se indemnice con casi 8.000 euros a un guardia civil agredido en La Rambla. Según informa la propia asociación, Interior ha estimado la solicitud indemnizatoria planteada por los servicios jurídicos de AUGC, después de que el condenado fuese declarado insolvente por el juzgado de lo penal número 2 de Córdoba.

Los hechos ocurrieron en julio de 2020, cuando el acusado amenazó y agredió a su abuela, con la que residía, para que le diera dinero con el que comprar droga. Al personarse el guardia civil y dos policías locales de La Rambla, el hombre empujó a uno de ellos y se mostró muy agresivo contra los tres agentes, causándoles diversas lesiones mientras intentaban reducirle para proceder a su detención, lesiones por las que el guardia civil tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

Ahora, según informa la AUG, el Ministerio del Interior ha estimado los argumentos expuestos por los servicios jurídicos de AUGC y ha reconocido el derecho del agente, destinado en el Puesto de La Rambla, a ser resarcido por la Administración, abonándole los 7.753 euros que debería haberle pagado el condenado por los daños causados.

La AUGC celebra la resolución

El responsable de los servicios jurídicos de AUGC en Córdoba, Francisco Cruz, ha valorado muy positivamente la resolución administrativa y ha declarado que “Interior no podía sino estimar la pretensión planteada, porque a este caso le es aplicable el principio de indemnidad que rige para los empleados públicos cuando actúan en el ejercicio de sus cargos, y la consiguiente reparación que se deriva de dicho principio, teniendo en cuenta que nuestro afiliado sufrió por causa de su actuación pública unos daños, correspondiendo al Estado dispensar a sus funcionarios la protección que requiera el ejercicio de sus cargos, asumiendo la indemnización al afectado por las lesiones y secuelas sufridas. De hecho, el Tribunal Supremo ya se ha pronunciado reiteradamente en ese mismo sentido”.

Francisco Cruz ha aprovechado para recordar que “según las estadísticas oficiales, las agresiones físicas sin armas a los guardias civiles siguen aumentando progresivamente, y para poder desempeñar las funciones con mayores garantías y los menores riesgos posibles no sólo son necesarias unas penas más graves y una mayor protección jurídica, sino que además debe reconocerse como profesión de riesgo a los guardias civiles y policías nacionales, así como dotarles del suficiente material de defensa y protección, como son por ejemplo las pistolas táser”.