Pleno

La Diputación rechaza retomar el proyecto del olivar como Patrimonio de la Humanidad

La institución se sumó a la iniciativa en 2018 con el apoyo de todos los grupos que tienen representación en la actualidad excepto Vox

Recogida de aceituna en un olivar ecológico en Pozoblanco.  | RAFA SÁNCHEZ

Recogida de aceituna en un olivar ecológico en Pozoblanco. | RAFA SÁNCHEZ / rafael verdú

Rafael Verdú

Rafael Verdú

El Pleno de la Diputación de Córdoba celebrado este miércoles ha puesto sobre la mesa las enormes diferencias políticas que han terminado derribando la candidatura del Paisaje del Olivar a Patrimonio de la Humanidad. Sólo parece haber consenso en dos cosas: no hay consenso (valga la redundancia) y falta información acerca del proyecto. 

La institución provincial se sumó pronto a esta iniciativa que lleva una década fraguándose. Lo hizo mediante un acuerdo en Pleno tomado en enero de 2018, con una declaración institucional. Todos los partidos que ahora tienen representación en el Palacio de la Merced apoyaron entonces la idea, con la salvedad de Vox, que no tenía aún ningún diputado.

El debate ha surgido en torno a una moción de IU en la que se pedía retomar las aspiraciones del olivar andaluz de varios modos. El proyecto fue tumbado por el rechazo de un grupo de agricultores de una comarca de Jaén (el plan engloba 14 zonas en toda Andalucía, cuatro de ellas en Córdoba), al que más tarde se sumaron fuerzas políticas. La coalición de izquierdas pretendía, entre otras cosas, que la Diputación pidiera a la comisión institucional de la candidatura que reconsiderase su decisión de abandonar el camino, y a la Junta de Andalucía que mantuviera el proyecto en marcha con el apoyo del Ministerio de Cultura, soslayando el rechazo de una parte del sector agrícola. 

Olivar de la provincia de Córdoba.

Olivar de la provincia de Córdoba. / A. J. González

La moción ha sido rechazada gracias a los votos contrarios de PP y Vox, mientras que IU y PSOE han votado a favor. El debate, sereno y sin aristas, ha girado en torno a las carencias del proyecto más que sobre su contenido. Los grupos políticos creen en su mayoría que ha faltado información fiable que permitiera a los agricultores conocer los beneficios reales de disponer de la declaración como Patrimonio de la Humanidad. También critican la falta de consenso, que se ha esfumado con el tiempo: la candidatura lleva 10 años en los despachos y sólo al final han sonado las voces discordantes. 

Los argumentos en contra

Sólo Vox ha denunciado el contenido del proyecto, apelando a algunos de los argumentos que le sirven de apoyo también para oponerse a la nueva PAC, en línea con las patronales agrarias. Según Yolanda Almagro, portavoz de la formación, "estamos en contra de más normativas asfixiantes". Además, la representante de Vox entiende que una mayor protección cultural y ambiental equivale a menos libertad para los agricultores: "No pueden cultivar lo que quieren. Eso no es algo bueno, si los que están implicados no lo quieren por algo será". 

El PP, mientras, no se opone a la declaración en sí del olivar como Patrimonio de la Humanidad, sino a la manera en que se ha gestionado el plan. Lo ve más como más una cuestión de forma que de fondo. Según Andrés Lorite, portavoz popular, "cuando se constituyó la comisión institucional no se le dio cabida al sector primario" (en realidad, el sector está representado por patronales y AEMO en dicha comisión). En su opinión, "no hubo diálogo y no pudo haber consenso", de modo que "hemos generado una incertidumbre en el sector agroalimentario en Córdoba porque ellos, nuestros agricultores, entienden que podría suponer una penalización" la declaración como Patrimonio de la Humanidad.

Lorite, además, ha recordado que cuando se puso en marcha la candidatura de Medina Azahara al mismo título de la Unesco, nadie se opuso ni hubo voces discordantes. Ese camino, el de la unidad, cree Lorite que aún sería factible, pero con otra candidatura diferente, lo que implicaría de nuevo años de trámites. 

Los argumentos a favor

Irene Ruiz, portavoz de IU, ha defendido su moción recordando que de las 14 zonas afectadas en toda Andalucía, sólo una se ha opuesto. Además, ha asegurado que la declaración como Patrimonio de la Humanidad no supone ninguna limitación a los propietarios de fincas. Lo que ha sentenciado en la candidatura es, a juicio de IU (como piensan otros grupos políticos), una información deficiente, "no se si malintencionada por algunos olivareros".

En este proyecto, IU y Vox coinciden en una cosa: ambos partidos creen que hay actores que quieren que el campo "sea libre". Pero si en ello los de Abascal ven la cúspide de la democracia, la alianza de izquierdas demoniza la ausencia de controles y asegura "quieren que cada uno haga lo que quiera, eso destruiría nuestro paisaje". Son posturas irreconciliables. 

El PSOE ha apoyado la propuesta de IU por boca del diputado José Álvarez. Ha insistido en que "el gran problema es que no ha habido una información amplia de los beneficios para los agricultores". Incluso, cree que la Junta aún podría rescatar el proyecto de Patrimonio de la Humanidad dado que afecta a todas las provincias andaluzas, y no sólo a aquella cuyos olivareros se han levantado en parte.