Al margen

Fuera de temporada

Imagen de 'Fuera de temporada'

Imagen de 'Fuera de temporada' / CÓRDOBA

Título que invita a un pensamiento nostálgico, a un tiempo y un lugar ajeno a lo cotidiano. Como la situación en la que se halla el protagonista de esta interesante producción francesa, dirigida por Stéphane Brizé, responsable de películas tan recomendables como Un nuevo mundo (2021), En guerra (2018) o La ley del mercado (2015), entre otras. La historia, escrita por el director junto a Marie Drucker, arranca con un tipo en crisis, interpretado con maestría por Guillaume Canet, un actor famoso a nivel cinematográfico que a sus cincuenta años iba a debutar sobre las tablas aunque, temeroso de no estar a la altura, abandona unos días antes del estreno cargando con la responsabilidad de tal decisión. Huye y se instala unos días en un hotel balneario de la costa, aturdido y en baja forma. Nada más ver al protagonista envuelto en albornoz, se me viene a la cabeza el recuerdo de Bill Murray en Lost in translation (Sofia Coppola, 2003), y algo de esto hay en el filme. Un actor bastante perdido, en un momento complicado a nivel profesional y psicológico, sin demasiadas ilusiones…

A veces, brota el humor, como cuando desde la camilla de masajes le es complicado alcanzar el móvil, o cuando una moderna cafetera se niega a cumplir sus órdenes. El momento romántico, que también lo hay, llega al aparecer un primer amor que abandonó quince años atrás, encarnado con excelencia por la experimentada actriz italiana Alba Rohrwacher, en tratamiento con antidepresivos tras la ruptura, dedicándose a la enseñanza musical y componiendo una familia donde tampoco parece muy feliz. La química entre ellos es innegable. Por tanto, estamos también ante un reencuentro, género que ha dado grandes obras. Los paisajes costeros, fotografiados con sensibilidad en días grises y lluviosos por Antoine Heberlé, así como la muy presente banda sonora original de Vincent Delerm, ilustran de maravilla este relato filmado con un ritmo justo para encontrar el tono adecuado. El único pero sería la ausencia en Córdoba de un visionado en v.o.s.e. (versión original subtitulada al español) donde poder disfrutar las interpretaciones al cien por cien.

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