¡Argentina, intratable, gana otra vez la Copa América!

¡Copa América 2021, Mundial 2022... y Copa América 2024! Argentina retuvo el título continental y repite el hito histórico de España de enlazar tres grandes torneos. La Roja lo logró entre 2008 y 2012, ganando dos veces la Eurocopa y su primera Copa del Mundo y ahora la Scaloneta lo ha emulado en un trienio mágico.

Cómo sufrió la Albiceleste para derrotar a Colombia (1-0), con un solitario golazo de Lautaro Martínez en la segunda parte de la prórroga. Demostró que es un equipo con una autoestima infinita y con espíritu (y suerte) de campeón. Lo tuvo que poner todo de su parte, solo así dinamitó una racha victoriosa de dos años y medio de los cafeteros que sumaban 28 encuentros invictos.

La final tuvo de todo. Drama con la lesión de Leo Messi, superioridad de los cafeteros en una primera parte muy consistente y recuperación argentina, con premio final para el Toro, que ha terminado el torneo como artillero con 5 tantos y siendo el futbolista más decisivo.

Se mascó la tragedia

La final tendría que haber sido suspendida. Hubo gravísimos altercados provocados por centenares de hinchas (mayoritariamente colombianos) que intentaron acceder al estadio sin entrada. Se produjeron avalanchas y se instauró el caos. Por eso, se cerraron los portones y, después, no se sabe por orden de quién, se dejó entrar a quien quiso sin ningún tipo de orden y filtro. El partido, por este motivo, empezó con una hora y cuarto de retraso. Intolerable.

En este período, alguno de los protagonistas, como es el caso de Alexis Mac Allister, abandonó la zona de vestuarios para interesarse cómo estaban sus familiares que se habían encontrado en medio del lío. Una vergüenza.

El ambiente enrarecido y tenso electrificó el inicio del choque, con los cafeteros, mucho más intensos, jugando en zona de ataque y teniendo una gran oportunidad que podría haber determinado todo el encuentro: un acrobático regate de John Córdoba que besó el póster derecho de la portería de Dibu Martínez (min. 5).

Colombia jugó como lo había hecho a lo largo del campeonato. Valiente y tomando riesgos, presionó arriba y encerró a la campeona mundial, que no encontró los mecanismos para imponer su fútbol trabajado y con una cadencia baja. La única alternativa que le restó a la Scaloneta fue la de atacar a base de latigazos, con Leo Messi intentando imponer su clarividencia.

El ex del Barça dio el gran susto cuando en un lance con el lateral Arias se le dobló el tobillo derecho (min. 34). Se temió lo peor. Al descanso, los de Néstor Lorenzo ganaban a los puntos, habiendo sido superiores tanto táctica como físicamente. La Albiceleste había sobrevivido, lo que es mucho, porque la final estuvo a punto de escurrirse entre los dedos.

 Argentina, por fin, decidió aparcar el sosiego y planteó un segundo tiempo de tú a tú, porque lo de intentar administrar en lugar de jugar no le estaba dando resultados. El encuentro se jugó a doble sentido, aireado, con muchos espacios y ataques alternados.

La lesión de Leo

Y, llegó la jugada icónica de la final. Leo Messi resbaló y cayó solo en una acción en la zona ancha. Y allí el crack se rompió definitivamente. Tenía el tobillo derecho muy tocado.

Tuvo que abandonar el terreno de juego y ser substituido por Nico González (min. 66). Fue un jarro de agua fría. La Albiceleste se quedaba sin su faro. Cuando se sentó en el banquillo, el ex del Barça se hundió. Rompió a llorar copiosamente, en una imagen de romper el corazón. Ni con el paso de los minutos logró calmarse.

 La Scaloneta se aisló del drama y siguió en fase ascendente. El intercambio de golpes le favoreció y ofreció sus minutos más consistentes. Incluso sin Leo, logró darle la vuelta al encuentro y colocar el miedo en el cuerpo de los colombianos. El gol, sin embargo, no llegó.

 La prórroga se jugó a tumba abierta, con ambos protagonistas oxigenados desde el banquillo. Nadie quería los penaltis.

Y, en el minuto 112, Argentina mató la final en una jugada colectiva que se gestó con un balón recuperado por Leandro Paredes, un pase en profundidad de Lo Celso y un remate de Lautaro Martínez por encima de Camilo Vargas. Decidieron tres suplentes, que solo salieron a jugar en la prórroga. La mano de Lionel Scaloni sirvió para ganar un nuevo título. Y Leo, ahora sí, se secó las lágrimas para celebrar un nuevo título con su selección como se merecía.