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Teniendo como principal ejemplo los efectos negativos del cambio climático, cada vez son más numerosas las empresas que adoptan estrategias sostenibles y respetuosas con el medio ambiente a la hora de desempeñar sus funciones. En ese contexto aparece la eco-inversión, también conocida como los fondos verdes.

Foto: Shutterstock
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 Alberto Zamora 28 junio, 2024

Este tipo de fondos de inversión se caracterizan por tener un enfoque sostenible y ético, siendo alternativas enfocadas en empresas o proyectos que se encuentran comprometidos con la sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza. De este modo, encontramos fondos de inversión y bancos que buscan apoyar proyectos de descarbonización.

Los fondos verdes tienen una importancia capital, ya que no solamente luchan contra el cambio climático, también permiten la protección de los ecosistemas naturales y favorecen un desarrollo económico que sea más equitativo y sostenible, mediante el empleo de prácticas ambientalmente responsables.

¿Cómo se definen las eco-inversiones?

Este tipo de inversiones se centran en soluciones sostenibles que dan respuesta a los problemas medioambientales, mediante el empleo de energías renovables y tecnologías limpias. De este modo, se busca combinar el rendimiento financiero con un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad. Se trata de invertir, de forma activa, en proyectos que apuesten por la transición ecológica, dejando atrás industrias negativas que favorezcan situaciones como la contaminación o la deforestación. Estamos en el campo de la agricultura ecológica, las energías renovables o las tecnologías limpias, por ejemplo. Son opciones que permiten mejorar el mundo y hacerlo más sostenible a largo plazo.

Se encuentra en desarrollo un nuevo panorama económico para el sector de los fondos de inversión. En este contexto aparecen los fondos verdes, que intentan abrirse paso en un sector dominado por la búsqueda de fuentes de rentabilidad en un entorno de bajos tipos de interés. Es una nueva forma de entender los negocios, surgida a raíz de la irrupción de las nuevas tecnologías, a lo que debe sumarse una mayor concienciación social.

La industria de la gestión de activos se encuentra plagada de retos, posibilidades y oportunidades. Frente a ello aparecen los fondos verdes, o sostenibles, que pretenden aprovechar el contexto, para, de ese modo, poder hacer frente a los que retos que esperan a nuestro planeta.

Grandes inversores contra la descarbonización

El cambio climático ha generado una serie de oportunidades de inversión que están siendo aprovechadas por vehículos de Bolsa y renta fija. De este modo, los grandes inversores se unen a la lucha contra el calentamiento global. Los datos son esperanzadores, ya que con el objetivo en mente de cero emisiones netas para 2050, cada vez existen más adeptos a la causa.

En nuestro país destaca el caso de BBVA, que entre los años 2022 y 2024 ha invertido un total de 108 millones de euros, destinados a seis fondos que pretenden apoyar el desarrollo de soluciones y tecnologías que permitan luchar contra la descarbonización. El sector también es conocido como “cleantech”.

Uno de los primeros pasos fue en 2022, momento en el que la entidad entró en Hy24, aportando una inversión de 10 millones de euros. Se trata de un fondo que pretende invertir en proyectos industriales que proporcionen, a escala comercial, soluciones y propuestas basadas en el hidrógeno verde. El segundo paso llegó con la inversión de nueve millones en Fifth Wall Climate, en un proyecto destinado a descarbonizar la cadena de valor de los sectores inmobiliarios y de la construcción.

También en 2022 se unió a Lowercarbon, un fondo que apuesta por aquellas empresas que centran sus esfuerzos en el desarrollo de tecnologías que absorban el carbono directamente de la atmósfera. Entre los años 2022 y 2023, BBVA ha invertido 42 millones de euros en el fondo.

Otro compañero de viaje de BBVA ha sido Just Climate, que se orienta a encontrar soluciones para aquellas industrias de difícil abastecimiento, como pueden ser el cemento o el acero. En 2023 invirtió 19 millones de euros. Cierran las inversiones Suma Capital, que trabaja el biogás y la economía circular, con cuatro millones de euros, y Decarbonization Partners I, un fondo climático que se orienta a la inversión en compañías que se encuentren en fase de escalado industrial de soluciones climáticas, con una inversión de 24 millones de euros.

BBVA pretende ir más allá y ha anunciado la creación de una unidad global de financiación, que tiene como objetivo especializarse en el negocio de la innovación en el sector “cleantech”. Para ello, la entidad ha formado un equipo de 20 personas repartidas entre Nueva York, Londres y Madrid.

Es solamente un ejemplo, pero viendo el volumen de las inversiones, queda claro que los fondos verdes y la eco-inversión distan mucho de ser una simple moda pasajera y que han llegado para quedarse.


Alberto Zamora
Alberto Zamora

Redactor en Prensa Ibérica.