Entre el 15 y el 16 de julio de 1942, París conoció la mayor redada de judíos de su historia. Más de 13.000 personas, la mayoría mujeres y niños, fueron detenidos e internados en el Velódromo de Invierno durante cuatro días en condiciones inmundas antes de ser deportados a los campos de extermino de la Alemania nazi. La participación activa de la policía francesa en este sombrío episodio constituye, aún hoy, un tabú. Han tenido que pasar 70 años para que París dedique por primera vez una muestra a la vergonzosa operación conocida como la Rafle du Vél'd'Hiv.

La exposición incluye informes policiales inéditos hasta ahora, que certifican la persecución a la que fueron sometidos los judíos, que tenían prohibido incluso escuchar la radio. "Aceptar exponer estos documentos sensibles, raramente en beneficio de la administración francesa, es en el fondo una prueba de la vitalidad de nuestra democracia", se felicita Charles Tremil, presidente de la asociación Historia y Memoria y uno de los impulsores de la iniciativa. "Para evitar las fugas, los policías fueron reclutados la noche antes. Los equipos estaban formados por dos policías que no se conocían acompañados por un soldado alemán", precisa.

El papel de Francia en el dramático destino de los judíos fue tapado durante años y todavía hoy, aunque algunas películas y documentales lo han sacado a la luz, es poco conocido entre la población. Según una reciente encuesta, el 60% de los jóvenes de entre 18 y 24 años ni siquiera tienen idea de la existencia de la redada. El 42% del conjunto de los franceses jamás ha oído hablar de ella.

EL HOMENAJE Ayer, en Drancy, población de la periferia de París desde donde salieron los trenes con los deportados en dirección a los campos de exterminio --principalmente Auschwitz--, una ceremonia rindió homenaje a las víctimas. "Nuestro aliento se apaga, pero sabed que nuestra memoria es vuestra herencia", recordó Yvette Levy, una de las pocas deportadas que sobrevivió. "Drancy era la antecámara de la muerte. Las condiciones eran dantescas", recordó esta superviviente.

Este acto irá seguido, el domingo, de una conmemoración a cargo de François Hollande. En el mismo lugar donde se encontraba el Velódromo de Invierno, derruido en 1959, el jefe del Estado realizará un discurso para recordar esta página negra de la historia. Se espera un mensaje que siga la estela marcada por Jacques Chirac, el primer presidente que reconoció la responsabilidad Estado francés en la deportación de judíos en 1995.

Una intervención que no es ajena al ambiente enrarecido que se vive en Francia a causa de la multiplicación de ataques a judíos.