Llegó con un expediente profesional repleto de medallas a un club que acababa de irrumpir, con apenas seis años de vida, entre la aristocracia del fútbol sala español después de un increíble -y merecido- ascenso desde Segunda. Daniel Arnaldo Giasson (Caixas de Sul, Brasil, 1987) es una de las piezas referenciales del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que apostó por sus galones para defender un sitio en la mejor liga del mundo. El cierre, con doble nacionalidad -brasileña e italiana, tras una década en equipos del país europeo-, ha intervenido en 17 de los 19 encuentros disputados por la formación que dirige Miguel Ángel Martínez Maca

Internacional con Italia -con cuya selección fue campeón de Europa en 2014- y con un título de Copa en el Jaén Paraíso Interior en 2018, Giasson aborda la fase crucial de la temporada con un convencimiento. «Estamos el camino para lograr el objetivo», dice, aunque advierte de que será básico sobrellevar «la presión» cuando «lleguen los partidos importantes». Y todo se construirá alrededor del Palacio de Deportes Vista Alegre, donde se cocerá el plan cordobés para certificar la permanencia. «Somos capaces de hacerlo», insiste Giasson.

- ¿Cuáles son sus sensaciones en este momento de la temporada?

- Empezamos de una manera que creo que nadie se esperaba, incluso alguno de nosotros. Eso hizo que cogiéramos confianza. Luego vinieron partidos menos buenos, pero el equipo sigue demostrando que compite muy bien y que está a la altura de la categoría. Es verdad que hubo algunos partidos en los que tuvimos errores infantiles, fruto de la inexperiencia, pero también es normal en un equipo que está por primera vez en Primera División. Pero en general todos están respondiendo muy bien. Ahora mismo la sensación es un poco amarga por el último partido que jugamos ante el Valdepeñas, pero el balance general de la Liga lo veo muy bueno. Creo que estamos en el camino de lograr el objetivo.

- ¿Cómo se gestiona un varapalo deportivo y anímico como el de la derrota ante el Valdepeñas? ¿Se olvida o se analiza?

- Por un lado hay que analizarlo porque si hemos perdido es porque hubo fallos y hay que corregirlos. Fue muy duro y jodido para todos, pero después de lo que pasó hay que sacar lo positivo. Hay que trabajar, trabajar y trabajar. No bajar nunca la cabeza. Ahora tenemos un parón del campeonato y te quedas un poco con las ganas de volver a competir, porque cuando te pasa algo de esto lo que quieres es ir a la pista a otra vez. Pero bueno, tenemos ahora un tiempo para mejorar y volver más fuertes y enfocados hacia el objetivo.

- La clave de todo está en Vista Alegre.

- Claro, aquí son los partidos en los que se decide todo. Peñíscola y Zaragoza son los próximos que tenemos en casa y eso tiene que ser seis puntos. En medio tenemos las salidas a ElPozo y Barça, que son muy complicadas aunque ya hemos demostrado que vamos a competir. Daremos la cara contra los grandes, pero es seguro que Peñíscola y Zaragoza son rivales ante los que hay que conseguir los puntos necesarios para la permanencia.

- ¿Cómo está viviendo personalmente este año en Córdoba?

- Venía con muchas expectativas de volver a tener minutos y ser importante en un equipo. Me costó un poco al principio, porque es un juego un poco diferente al que estaba acostumbrado, pero poco a poco voy estando más a gusto y cogiendo confianza. A los compañeros tengo que agradecerles lo que me han ayudado.

- ¿Resulta difícil encajar deportivamente en un grupo tan armado como el que tiene Córdoba? A los que se incorporaron en verano les costó.

- Costó entrar en lo que es el juego, pero en lo que es el grupo y el vestuario no ha habido problema en ningún momento. De hecho es una duda que yo tenía, a lo mejor igual que otros, sobre cómo venir de fuera y meterte en un grupo que son todos de la ciudad, que se conocen desde toda la vida y llevan años juntos jugando. Pero nos recibieron muy bien y nos han ayudado fuera y dentro de la pista. Ellos están más acostumbrados al juego de Maca y nos pueden dar indicaciones sobre lo que hay que hacer en ciertos momentos. Pero sí es verdad que a los que vinimos de fuera nos costó encajar en este juego.

- Llegaba con una experiencia profesional importante a un equipo que tenía gente que no se dedicaba en exclusiva al deporte.

- Tienen un gran mérito. Si no me hubiesen dicho que no eran profesionales el año anterior yo no lo habría notado. Nos hemos empeñado todos desde el principio porque había muchas ganas de jugar en la máxima categoría. Eso ha hecho que no sintieran tanto el cambio y pudieran cambiar el chip de lo que era su realidad anterior.

- En el Córdoba Futsal sobresale la fuerza mental, el entusiasmo de estar ante una oportunidad única. ¿Lo ha detectado?

- Lo que han hecho es para aplaudir. Subir varias categorías en poco tiempo y mantener el nivel es algo admirable. La motivación sirve muchas veces para combatir a algún talento específico. El trabajo, la dedicación y la motivación hacen mucho en este equipo. Se nota ese sentimiento y todos lo hemos podido comprobar tanto en la pista como en la grada. El apoyo de los aficionados lo sentimos muy fuerte y nos da un impulso en los partidos.

- ¿Qué retos personales se marca en este segundo tramo de la temporada?

- Espero seguir creciendo, dando un poco más de confianza al equipo porque es lo que requiere mi posición, y poniendo ganas, motivación y mi experiencia al servicio del equipo. Con la cabeza siempre alta. Quiero que como grupo nos salvemos y Córdoba siga en la máxima categoría para la próxima temporada.