Esta tarde a las 16,00 horas tendrá lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de Montilla, el sepelio por Francisca Herrador Cobos, una buena mujer que en vida supo ganarse el cariño, afecto y respeto de todos quienes la trataron.

Paca, como se la conocía popularmente, fue una mujer dotada de unas virtudes extraordinarias. Era la clásica andaluza simpática, jovial y dicharachera que gustaba del flamenco, los toros y el baile, pero sobre todo se desvivía por ayudar a los demás. De mozuela, ayudaba a su padre a vender huevos en el mercado de la ciudad y cuando llegaba la temporada, al igual que la inmensa mayoría de la gente de aquella época, salía al campo con las cuadrillas a recoger aceitunas y en verano a recolectar uva. Trabajaba y estudiaba a la vez.

Casó en 1969 con Rafael Sánchez Alonso, un montillano luchador por las causas justas, con el que construyó un matrimonio ejemplar muy conocido en la localidad, ya que el marido es el presidente de la Peña Taurina de Montilla desde hace muchos años. De su unión nacieron dos hijas, Marisol y Rafi, que le dieron tres nietos de los que sentía muy orgullosa. Su mayor ilusión era ver a su familia unida y feliz. El destino, que se la ha llevado tras cuatro meses de lucha por sobrevivir, ha querido que este pasado mes de agosto pudiera disfrutar plenamente de la celebración de su 50 aniversario de boda, rodeada de familiares y amigos. Descanse en paz. L.R.G.