Es verano, cae la tarde, descienden las temperaturas y, con suerte, empieza a correr una suave brisa que anticipa la llegada de la noche. Ya estés de vacaciones, en una escapada veraniega improvisada o seas un local queriendo disfrutar de tu ciudad, un paseo veraniego en los últimos compases de la luz solar te permitirá disfrutar de instantáneas únicas como las que ofrece el atardecer en algunos puntos de Andalucía.

Hoy te traemos cinco propuestas para disfrutar de algunos de los mejores atardeceres que capturar este verano en la comunidad autónoma, ya sea para quedarte con la imagen en tu retina o para que presumas en tu perfil de Instagram y otras redes sociales.

Mezquita de Córdoba y Puente Romano, Córdoba

Comenzando por nuestra provincia, no podía faltar uno de los atardeceres más emblemáticos de Córdoba. Ver el sol ponerse tras la Torre de la Calahorra y la Mezquita; ya sea desde el propio Puente Romano o desde la orilla del río para incluirlo dentro del encuadre es, sin duda, un recuerdo inolvidable.

Mirador de Gibralfaro, Málaga

En pleno corazón de Málaga podemos encontrar el Mirador de Gibralfaro, donde el punto más alto se encuentra metros más arriba del Monte de Gibralfaro, en lo alto del castillo. La vista del mirador permite visualizar casi la entereza de la capital, incluyendo la Catedral, el Muelle Uno o los Montes de Mijas.

La Alhambra, Granada

Aunque sea una obvia en la lista, la puesta de sol de la Alhambra de Granada es obligatoria. Concretamente, la Torre de Comares ofrece un atardecer con tonalidades rojizos que impactan directamente en las murallas del castillo y que hacen ver la construcción como un lugar sacado de un cuento de hadas.

Parque natural de Doñana, Huelva

El Parque nacional y natural de Doñana, en Huelva, ofrece otros de los atardeceres más emblemáticos de Andalucía. Concretamente, hablamos de las Marismas del Rocío, un lugar repleto de pájaros y que te transporta a un paisaje natural que esconde el sol tras su llanura.

Cabo de Gata, Almería

Las calas del Cabo de Gata son de los lugares con más encanto de toda Almería. En un lugar retirado del núcleo urbano y pegado al mar, sus desfiladeros, su agua virgen y el camino poco accesible que hay que atravesar, hacen que esta puesta de sol se sienta como una verdadera recompensa por el esfuerzo.