Opinión | El triángulo

Los concejales de Vox

Es verdad que en la política nunca eres dueño de tu destino

Mientras aquí estábamos todos pendientes de la decisión de Abascal y el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, Viktor Orbán se reunía con Trump, después de haberlo hecho con Putin y con Xi Jinping. Sigamos esa clara línea antisistema que le une la intención de desestabilizar las democracias occidentales tal como las hemos conocido, y sumémosle cómo Vox ha cambiado de adscripción en el grupo parlamentario europeo. Cómo Abascal se reúne con Netanyahu y escenifica su máximo apoyo o recibe a Milei como si fuera su homólogo, de presidente a presidente. En esta estrategia internacional, y aunque los votos no lo corroboren, el líder de Vox se siente una pieza fundamental de esta corriente autoritaria que rechaza las organizaciones internacionales, la democracia liberal y los consensos de las convenciones de derechos. Cuando te deslumbras por la política exterior minimizas la política de provincias, lo hemos visto con los partidos tradicionales más con una organización populista muy centralizada y jerarquizada. Abascal dispara contra Feijóo, y revisita la historia en lo que ya tiene práctica, acusando al líder popular de ser responsable de la ruptura. Me ha parecido ver un rictus de alivio en Núñez Feijóo, aunque el huracán afecte a cinco comunidades autónomas en las que son socios, entre ellas, Aragón.

De toda la pirámide institucional, el sistema político español no termina en las autonomías y hay 1.687 concejales de Vox que se estarán debatiendo entre organizar las fiestas de su pueblo o unirse a esta corriente europea que ha hecho bandera de la inmigración, una vez que el enfado del sector agrícola y ganadero no les ha reportado tantos votos como esperaban, y el antifeminismo ha decidido echarse en las manos de Alvise.

Es verdad que en la política nunca eres dueño de tu destino, e igual que entras sales, pero en los partidos antisistema esto se agudiza más porque pasar del activismo a la contra a la institucionalización es un ejercicio que no han conseguido superar. Mientras mirábamos a la crisis de la izquierda, la de la derecha de la derecha no para de crecer, y no sería descartable deserciones o divisiones dentro del partido verde oscuro de los que no entiendan estos movimientos, e intenten un proyecto propio como lo hizo Olona, pidan cobijo en el PP o se acerquen a Se acabó la fiesta. Hay muchos pendientes de si recogen sus cosas en una caja y salen por la puerta. Iglesias le dijo a Espinosa de los Monteros, cierre al salir. Ninguno de los dos está ya.

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