Opinión | Cartas al director

Miguel Fernández-Palacios Gordón

Nacho Cano

Sostiene Nacho Cano que «nunca seré comunista y de izquierdas porque no soy idiota». Que no es de izquierdas, lo sabemos; lo de la idiotez, está por demostrar; pero lo que sí sabemos es que él, tan de derechas, aunque no lo reconoce –«tengo amigos de izquierdas», a los que, por cierto, acaba de insultar– tacha la Policía de «criminal», no le gusta pagar impuestos porque no cree en la redistribución de la riqueza y, presuntamente, se aprovecha de trabajadores vulnerables. Siguiendo el guion populista de su mentora Ayuso, se proclama víctima de una conspiración gubernamental por ser, precisamente, amigo de Ayuso, soslayando que ha sido una trabajadora la que lo denuncia. La policía solo actúa porque Nacho Cano, como cualquiera, no está por encima de la ley.