Operaba entre Sudamérica y Europa

La Policía desmantela la mayor flota de narcoveleros conocida hasta ahora

Se han intervenido 1.500 kilos de cocaína, ocho barcos y 36 vehículos

Los narcos ganaban tanto dinero que uno bromeó distribuyendo una foto de un WC 'alicatado' con billetes de 50. A la derecha efectos intervenidos a la red

Los narcos ganaban tanto dinero que uno bromeó distribuyendo una foto de un WC 'alicatado' con billetes de 50. A la derecha efectos intervenidos a la red / El Periódico - CNP

En su momento cumbre, la red que ha desmantelado la Policía Nacional ganaba mucho dinero. A millón de euros de ineversión por flete y veinte veces más el beneficio. Tanto dinero les caía que incluso ya se lo tombaban a broma. En uno de los móviles intervenidos a los narcos aparece una imagen curiosa: uno de ellos se ríe con los demás enviándoles una foto de un WC forrado con billetes de cincuenta euros, como si cada día defecara sobre una fortuna.

La foto del inodoro alicatatado de billetes forma parte de las evidencias puestas a disposición del Juzgado de Instrucción 4 de Arrecife, en Lanzarote, sobre el que recae la investigación del golpe policial a la mayor flota de narcoveleros conocida hasta ahora. Diez barcos con los que una trama de inversores en el narcotráfico traían a Europa cocaína americana.

España, una vez más, es el lugar clave de este narcocabotaje. En este país han caído 26 de los 51 detenidos de una trama que tenía en Marbella, Valencia y Alicante sus capitales. La Policía Nacional ha hecho entradas y registros en Málaga, Valencia, Almería, Alicante, Girona y Murcia, y también en siete países: Noruega, Bulgaria, Reino Unido, Panamá, Trinidad y Tobago, Colombia y Portugal.

La Policía considera a la red "la mayor organización de narcoveleros del mundo", dice en una nota difundida este viernes. En la operación han colaborado agentes antidroga de la NCIS noruega, la NCA británica, Europol, la DEA norteamericana, la policía francesa, la polaca, la portuguesa, la búlgara y otras fuerzas de seguridad balcánicas, porque una de las características de este entramado es su multinacionalidad.

Diversos momentos de la operación Mentor de la Policía contra la mayor flota de narcoveleros conocida hasta el momento.mp4

CNP

Pero es España el lugar de referencia. No solo para la captación de buena parte de las tripulaciones, también como residencia de quienes organizaban las inversiones de albaneses, británicos, canadienses, noruegos... en cabotajes organizados desde el Caribe, De hecho, en Alicante tiene su residencia el principal organizador, un profesor de noruego con nacionalidad noruega pero nacido en Irán. Aparentemente se ganaba la vida dando clases de noruego por internet, pero el maestro no era tal. De su calidad de docente viene el nombre de este golpe policial: operación Mentor.

Cruzar el Atlántico

Ya no opera el narcotráfico con grandes figuras como el fallecido Pablo Escobar. Ahora son pequeños clanes -en este caso colombianos- los que aportan la droga, e inversores puestos en contacto por grises y discretos organizadores de los fletes los que apuestan su capital al modo del Balkan Cartel: "Voy con 100.000, voy con medio millón...", deciden si les interesa el negocio, y apuestan desde México, o desde Canadá, o desde Dubai, desde Montenegro o, en fin, desde la Costa del Sol o la Costa Blanca.

Hay en esta operación detenidos de once nacionalidades, pero los noruegos tienen una presencia clave en el entramado. La red tenía amarrados veleros por diversos puertos del Atlántico, en Canarias, en Cabo Verde, en Trinidad y Tobago, en Azores... puntos estratégicos desde los que zarpar si un barco se averiaba o había que trasvasar la carga.

En cada flete, hasta 1.500 kilos de coca. Siempre a vela, en embarcaciones de alrededor de 15 metros de eslora. A los tripulantes se les reclutaba quitándole importancia al trabajo: "Vas a recoger una cosa en aguas internacionales y vas a entregarla en aguas internacionales; no hay peligro". Y entraban al negocio marinos conocedores de la travesía atlántica, gentes con problemas de dinero o multidelincuentes pasados de actividades violentas a otras más tranquilas.

En origen, barcos pesqueros o lanchas rígidas llevaban la carga desde la costa colombiana o venezolana hasta el velero, situado ya en aguas internacionales. Este, ya cargado con los fardos de droga, iniciaba "la vuelta", en ocasiones tras encomendarse la tripulación a un santero para que los bendijera. Conocedores de los vientos y las calmas de cada época del año, los capitanes solían fallar poco en la travesía. Llegados al lado europeo, paraban de nuevo aguas internacionales y otras lanchas y pesqueros llegarían para coger la carga y entregarla en la costa en España.

Cambiar de nombre

Fuentes de la UDYCO central (unidad contra la Droga y el Crimen Organizado que han intervenido en esta operación relatan a EL PERIÓDICO cómo, a menudo, los veleros "cambiaban de nombre y de pabellón -bandera- con unos cliks en internet: haces la gestión en la web, abonas 35 euros por la licencia, y ya es otro barco". Siempre se registraban las embarcaciones a nombre de terceros, para dificultar su rastreo.

En sus comunicaciones -cifradas con Encrochat y otras aplicaciones de encriptado- inversores y proveedores no utilizaban los nombres oficiales de los barcos, sino una serie de nombres simples de pila: Ana, Peter, Ben, Mike... Entre ellos, de hecho, también usaban apodos para referirse unos a otros. Todos, escogidos de un elenco de presentadores de la televisión británica, o de corredores de la Fórmula 1, como Damon Hill.

La tripulación era enrolada con pagos de entre 100.000 y 200.000 euros por cabeza. Tres tripulantes bastaban para la travesía, en equipos que iban rotando. Cada flete suponía un millón de inversión a la organización.

El seguimiento de uno de estos veleros, con 1.500 kilos de coca a bordo, fue el que dio inicio a una primera fase de explotación de la operación en diciembre de 2023. La investigación -que ahora se salda con ocho barcos intervenidos de los diez que componían la flota- estaba en marcha desde 2020. En 2023 se había averiado en alta mar uno de los barcos, a 500 millas de Trinidad y Tobago, y la policía española pidió colaboración a la francesa.

Fueron capturados entonces dos británicos, padre e hijo, un candiense y un montenegrino. Era la punta del iceberg, que ya asomaba con detenciones practicadas en Marbella, Valencia y Alicante.

Al pasar por un bar náutico de Tenerife, la triupulación del narcovelero Ana dejó una pintada.

Al pasar por un bar náutico de Tenerife, la triupulación del narcovelero Ana dejó una pintada. / CNP

Cumpliendo con tradiciones marineras, a veces las tripulaciones dejaban huella de su paso, en forma de grafitti, en bares o puntos náuticos significativos. En un bar de Tenerife, la gente del narcovelero Ana dejó su pintada. Fue el 14 de mayo de 2023. "Muy buen recuerdos", escribieron (sic) bajo un dibujo del barco.

Narcorruta

La Policía ha explicado en una nota que la organización operaba en Gran Canaria, El Hierro, Tenerife y Lanzarote, creando "narcorrutas" hacia Sudamérica. El pasado 24 de junio, explican fuentes de la operación, la investigación pasó a la fase de las detenciones, aprovechando una reunión en la que se habían citado varios integrantes de la trama. El sur de España era su "entorno de seguridad".

Los agentes sostienen que "el profesor" noruego-iraní llevaba 20 años en el negocio, tiempo suficiente para hacerse con la confianza de cárteles mexicanos y colombianos y para construir un entramado de empresas en las que blanquear los beneficios.

Valencia, Alicante, Málaga y Almería, además de los puertos canarios, eran puntos de amarre de narcoveleros, bajo la apariencia de barcos utilizados para viajes de vacaciones. Además de la cocaína, el dinero, los 36 vehículos y las armas inrtervenidas, la Policía les ha cogido 85 móviles. En las capas más altas de la red, los jefes podían manejar hasta 15 teléfonos a la vez.

Entre los detenidos -según ha difundido la Policía- hay un hombre especialmente violento, que había dejado una carrera de atracador de bancos y furgones blindados que le costó 15 años de cárcel por un papel de mando intermedio en la organización. Lo ficharon por el respeto que se había granjeado entre las mafias del Este de Europa.