Estas son las tres enfermedades que se combaten comiendo pan integral

El pan ha sido un pilar fundamental de la dieta desde tiempos inmemoriables: un alimento básico que ha acompañado a la humanidad desde la prehistoria, adaptándose a las necesidades de distintas eras y culturas. Precisamente esa 'resliencia' como alimento ha sido la que le ha dado la popularidad y persistencia que lo ha hecho pervivir hasta la actualidad gracias a su versatilidad, accesibilidad y capacidad para proporcionar energía.

No obstante, no todos los panes son iguales desde el punto de vista de la salud: en concreto, el pan integral destaca por tener un perfil nutricional superior, lo que lo convierte en una poderosa herramienta para prevenir y controlar enfermedades.

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Si buscamos la definición de pan integral encontramos que se trata de un producto elaborado a partir de harina integral de trigo, agua y sal y que se fermenta por microorganismos específicos. Entre el pan integral y el pan blanco la diferencia principal es que el integral conserva todas las partes el cereal (incluido el salvado y el gérmen) que son componentes ricos en minerales, vitaminas y fibra y que le dan mayor densidad nutricional.

De todas las difernecias que llevan a los expertos a recomendar el pan integral sobre el pan blanco la principal es la del contenido del contenido en fibra, ya que favorece una digestión regularar y saludable y un control de peso adecuado.

El consumo de fibra ayuda a dar sensación de saciedad, pero también a reducir la ingesta de calorías y a prevenir el sobrepeso o la obesidad entre otras enfermedades que se pueden combatir comiendo pan integral.

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Diabetes tipo 2

Sin duda, uno de los principales beneficios para la salud del consumo de pan integral es su impacto positivo de la glucosa en sangre. A causa de su bajo indice glucémico el pan integral libera azúcares al torrente sanguíneo de forma muy lenta, lo que evita que haya picos de glucosa y reduce así la demanda de insulina.

El perfil del pan integral es especialmente beneficioso para quienes padecen de tipo 2 por su capacidad para mantener estables los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.

Enfermedades cardiovasculares

Comer pan integral de forma habitual puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular en tanto que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo), lo que contribuye a disminuir el riesgo de aterosclerosis y otras enfermedades del corazón.

Por otra parte, le magnesio y el potasio que están presentes en el pan integral tienen un papel crucial a la hora de regular la presión arterial: otro papel importante a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares.

Cáncer de colon

Se trata de una de las formas más comunes de cáncer y en la que influye mucho la dieta que llevamos. En este sentido, el alto contenido en fibra del pan integral no solo ayuda en general a mejorar la salud digestiva, sino que también ayuda a reducir el riesgo de cáner de colon acelerando el tránsito intestinal y eliminando las sustancias potencialmente cancerígenas.