Ni un mes ni un año: esta es la frecuencia exacta con la que hay que cambiar el cepillo de dientes

Se acabaron las dudas: este es el tiempo máximo que puedes aguantar un cepillo de dientes

Ni un mes ni un año esta es la frecuencia exacta con la que hay que cambiar el cepillo de dientes

Ni un mes ni un año esta es la frecuencia exacta con la que hay que cambiar el cepillo de dientes

Muchas de las tareas que tenemos en el ámbito doméstico y en el plano de la higiene personal plantéan muchas dudas entre las personas: po run lado, la frecuencia con la que debemos cambiar sábanas y toallas y por otra cuál es el uso correcto de algunos utensilios de limpieza.

Entre las tareas que más dudas generan está cada cuánto hay que cambiar el cepillo de dientes: además es una de las que genera más inquietud, ya que es fundamental para nuestra salud bucodental.

Esta es la frecuencia con la que hay que cambiar el cepillo

Usar el cepillo de dientes es una rutina básica para cuidar la placa dental y los restos de comida, previniendo así enfermedades bucales como las caries o la gingivitis. No obstante, no todo depende de cepillarnos los dientes regularmente, también es fundamental entender cada cuánto y cómo hay que cambiar el cepillo de dientes.

Para saber cuáles la frecuencia adecuada para cambiar el cepillo de dientes y evitar la proliferación de gérmenes debemos recurrir a las principales organizaciones de ontología.

Según este colectivo, el tiempo adecuado para cambiar el cepillo de dientes no es ni un mes ni un año, sino tres meses.

El motivo es que, con el uso diario,  las cerdas del cepillo se desgastan y se abren, perdiendo su efectividad para eliminar la placa bacteriana y proporcionar una limpieza bucodental óptima. Este desgaste reduce significativamente la capacidad del cepillo para limpiar correctamente, lo que puede aumentar el riesgo de acumulación de placa y, por ende, de enfermedades periodontales.

La boca alberga millones de microorganismos, y el cepillo de dientes se contamina con ellos inmediatamente después de su uso. La acumulación de estos gérmenes se incrementa con el uso repetido del cepillo. Además, el ambiente del baño, donde la mayoría de las personas guarda su cepillo, puede ser una fuente adicional de contaminación. Bacterias coliformes fecales y otros patógenos pueden llegar al cepillo a través del aire o el contacto con superficies contaminadas.

Por otro lado, hay casos específicos en los que es recomendable cambiar el cepillo de dientes como después de enfermedades (cuando se ha sufrido un resfriado, una gripe o una infección bucodental); cuando el cepillo se hace muy agresivo; cuando hemos pasado por una cirugía mayor o cuando somos personas con un sistema inmunitario inmunodeprimido.