El avistamiento de ballenas rorcuales vuelve como una atracción anual a las costas de Denia y Javea. El impresionante animal, el segundo más grande del mundo, recorre la zona como parte de su migración hacia el estrecho de Gibraltar. Su presencia se intensifica durante los meses de verano convirtiéndose en una atracción turística para los amantes del mar. Los expertos alertan que para no molestar a los cetáceos es imprescindible: no perseguirlos, mantener la distancia y no dirigirse a ellos a ritmo de colisión ni interferir en su rumbo.