Literatura

Cruz Galdón presenta en su tierra 'Mírame, Palmira', un homenaje a las heroínas que no suelen inspirar novelas

Su libro pretende ser un espejo que lleve a una reflexión social y haga ver que los mayores deben ser escuchados y admirados

Cruz Galdón, con su libro 'Mírame, Palmira'.

Cruz Galdón, con su libro 'Mírame, Palmira'. / CÓRDOBA

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Ya conmovió a los lectores y a la crítica con su primera novela, Yo soy ellas, y con la segunda, Mírame, Palmira, lo ha vuelto a hacer. Cruz Galdón ha presentado este viernes en la biblioteca pública provincial de Jaén (tierra natal de la autora, que reside en Toledo) su nueva novela, con la que pretende rendir homenaje y reivindicar las vidas de toda una legión de mujeres anónimas cuyas vidas no suelen inspirar novelas. "Quería dar voz a todas esas Palmiras que han hecho que las mujeres de mi generación podamos trabajar y disfrutar de los derechos que ahora tenemos", ha explicado, "mujeres que ahora tienen ochenta o más años, muchas de las cuales viven en residencias de ancianos, y que han dejado atrás una vida de esfuerzo y de lucha para darnos la oportunidad a las que hemos venido después de llegar a los puestos que para ellas fue imposible". El título, Mírame Palmira, pretende ser una llamada de atención al mmundo "para que miremos a los ojos a los ancianos y para que ellos también se sientan cómodos mirándonos y sabiéndose escuchados", explica Cruz.

Aunque todo su libro es ficcionado, "salvo la fecha en la que tomó posesión de su cargo una jurista", confiesa que existe una musa que fue quien inspiró su Palmira, una mujer de carne y hueso que ahora tiene cien años y que vive en una residencia. "Fui a conocerla porque es la madre de mi pareja, pensando que iba a un lugar lleno de nostalgia y de tristeza, que es el sentimiento con el que relacionamos normalmente la vejez y me encontré a un grupo de mujeres con ojos llenos de vida que me contaron mil anécdotas, que me abrazaron y me dieron tanto cariño... que pensé que aquello no podía acabar ahí, sino que había que contarlo". Esa mujer, de nombre Hilaria, sería la imagen elegida para ilustrar su libro, ha explicado.

Presentación del libro, esta viernes por la tarde.

Presentación del libro, esta viernes por la tarde. / CÓRDOBA

Así surgió la idea de escribir este libro, "de la necesidad de hacer una llamada de atención para que no dejemos a nuestros mayores sin voz y para que pensemos que detrás de cada anciano hay una vida entera que merece ser escuchada y admirada". Cruz Galdón, que se vale de la prosa intimista y delicada en sus novelas, tiene predilección por las historias cotidianas. "Cuando presenté Yo soy ellas, alguien me dijo que esa novela podía ser la historia de su vida porque se identificaba totalmente con el personaje", recuerda, "y es que todas las vidas tienen algo especial". Aunque rechaza la idea de que exista una literatura femenina y asegura que pese a que se detiene más en los personajes mujeres, tiene más lectores hombres, se define como feminista y no descarta que eso trascienda a su obra. "Sin embargo, pese a que en mi novela, Palmira es el eje central, los personajes masculinos tienen un peso importante".

Público asistente a la presentación del libro 'Mírame, Palmira', de Cruz Galdón

Público asistente a la presentación del libro 'Mírame, Palmira', de Cruz Galdón / CÓRDOBA

También le interesa subrayar que escribiendo este libro ha aprendido sobre lo que la sociedad se está perdiendo al dar de lado a los mayores en cuanto a la sabiduría que nos permitiría, entre otras cosas, a prepararnos para cuando nos llegue ese momento. "Nos daríamos cuenta de que el sentido del humor, la capacidad de amar, el deseo, la humanidad, la caridad... se mantienen intactos hasta el último suspiro". Novela de corte social, sus personajes le sirven para tratar otros temas vinculados al mundo de la mujer actual: "Hablo de sexo, pero también de violencia de género, de celos, de violaciones", apunta desde su intención de mostrar la dignidad de la mujer en todas sus facetas vitales, desde la juventud a la vejez, porque "los mayores tienen más edad, pero no dejan de ser personas".