Agricultura

Fernando Adell, presidente de Asaja Córdoba: "El precio del aceite bajará a la mitad en noviembre"

El empresario ganadero es el nuevo líder de la patronal agraria, tras su nombramiento esta misma semana

Fernando Adell, presidente de Asaja Córdoba

Pablo Cabrera

Rafael Verdú

Rafael Verdú

La responsabilidad que acaba de asumir Fernando Adell es mucha: sustituir a Ignacio Fernández de Mesa al frente de la patronal Asaja tras casi un cuarto de siglo. Cuenta a su favor con la experiencia como segundo durante 17 años. Ganadero de profesión, conoce bien los problemas del agro, desde la burocracia hasta los elevados costes de los insumos, pasando por la cadena alimentaria. Se muestra escéptico con el cambio climático, al igual que su predecesor. 

-Da usted el relevo a Ignacio Fernández de Mesa, que ha estado 24 años al frente de Asaja. Vaya responsabilidad, ¿no?

-Sí, muy grande. Aunque yo llevo aquí ya con él 17 como vicepresidente primero. Ahora Asaja tiene 5.000 y pico socios, subir esas cifras año a año ya cuesta porque prácticamente todos los ganaderos y todos los agricultores, la gente que se dedica a los temas forestales y a los temas cinegéticos, son socios de Asaja desde hace ya muchos años. Y funciona muy bien esta casa. 

-¿Qué planes tiene en su gestión? ¿Mantendrá una línea continuista con la anterior dirección?

-En principio tendremos una línea continuista. Hay que pensar, hay que meditar, hay que hacer un nuevo comité ejecutivo y hay que empezar a tomar ya decisiones que orienten esta casa hacia un lado o hacia otro. 

Las protestas del campo

-El campo ha protagonizado dos años de protestas por distintos motivos, pero ahora parece que los agricultores se han tranquilizado. ¿Qué ha cambiado?

-No, básicamente no ha cambiado nada. Lo que pasa es que no se pueden mantener por mucho espacio de tiempo manifestaciones continuas, trastornos continuos. Eso es sencillamente inviable. Los ganaderos y agricultores, digamos casi la mayoría, son autónomos y pueden dejar su trabajo un día, a lo sumo dos, pero no se puede estar continuamente de manifestación. 

-¿Tienen previsto retomar las protestas en breve?

-De momento, no. Ahora viene el verano, el tiempo de verano no es un bueno para manifestaciones ni protestas. Imagino que cuando llegue el otoño algo se hará

Fernando Adell, en la sede de Asaja Córdoba.

Fernando Adell, en la sede de Asaja Córdoba. / Pablo Cabrera

-¿Las medidas aprobadas por el Ministerio han sido suficientes?

-Asaja, no Asaja Córdoba sino Asaja como institución de la nación española, no las firmó, no las aceptó y no nos parecen bien. O por lo menos nos parecen muy escasas.

Precios elevados

-Una de las quejas de los agricultores era el aumento de los precios de los suministros y el combustible. Esos insumos ya bajaron de precio pero los productos agrícolas siguen igual de caros aunque ya no hay inflación. Explíqueselo al consumidor.

-El gasoil no ha bajado absolutamente nada, y si ha bajado ha sido algo insignificante. La energía ha bajado poco, el agua no ha bajado nada. Lo único que ha bajado a lo mejor para el ganadero ha sido el precio del cereal. Para nada ha cambiado la cosa en absoluto. Yo creo que la gente tiene que empezar a concienciarse de lo que supone fabricar alimentos de calidad, y cuando digo fabricar quiero decir producir en el campo, no la posterior transformación en industria. Ahora bien, un alimento puede valer a lo mejor un euro, lo que no tiene razón de ser es que cuando ese producto llegue a las manos del consumidor esa cantidad se haya multiplicado por cinco o por seis.

-Le preguntaba desde la perspectiva del consumidor, no del productor. 

-Si por ejemplo decimos que un kilo de naranja vale 20 céntimos y vamos a bajar en origen el precio de la naranja un 10%, se queda en 18 céntimos. Pero el transporte va a seguir costando un euro. ¿Y qué más le da al consumidor que un kilo de naranja en Madrid valga 1,18 o 1,20? Eso es insignificante. Y al productor le estás bajando un 10% el producto de su venta.

-Es decir, que el problema está en los eslabones intermedios de la cadena alimentaria. 

-¡Por supuestísimo! Desde que sale del campo hasta que llega al final. Y en todos los impuestos que eso lleva aparejado. 

El aceite de oliva

-El caso del aceite de oliva es diferente, muy afectado por la demanda y la oferta, que ahora mismo es insuficiente debido a las campañas tan cortas. ¿Cree que podría bajar el precio a partir de noviembre, cuando entre el aceite nuevo?

-La previsión es que el precio no es que pueda bajar, es que va a bajar y mucho. Cuando hablamos de mucho, hablamos de a mitad de precio de lo de ahora o por ahí. A precios mayoristas son 7 euros y medio el litro más o menos. Y en los mercados pues está a 10 euros. Pero parece ser que para el mes de noviembre se espera que valga entre 3 y 4 euros. Pero cuidado, que eso son previsiones. 

-¿Hay suficiente aceite de enlace para llegar hasta la siguiente campaña? ¿O nos vamos a quedar cortos?

-Todo lo que he oído es que hay suficiente. Si no hubiera bastante para llegar a la siguiente campaña, esto ya sería un desastre. Valdría el aceite más del doble de lo que cuesta ahora. No va a haber ningún problema de escasez.

La nueva PAC

-Asaja ha mostrado su rechazo a la nueva PAC. ¿No ve nada positivo?

-Básicamente la nueva PAC es más burocracia y menos dinero. Es muy difícil ver algo positivo cuando hay más burocracia. Calculo que como mínimo, una media de entre un 10 y un 15% hemos perdido todos los productores con la nueva PAC.

-Los agricultores reciben miles de millones de subvenciones. ¿No cree que son necesarios los controles?

-Sí, por supuesto que sí. Pero es que hay muchas cosas que son muy evidentes y no se hace nada. Hay duplicidades, documentos que no se llaman de la misma manera pero sí hay que rellenarlos igual y con los mismos datos. Por supuesto que con el dinero que paga la UE tiene que controlarlo, si no... ¿Y antes qué pasaba? ¿Es que no lo controlaban? No, antes lo controlaban igual, pero a lo mejor era un solo departamento y ahora son tres. 

El cambio climático

-Asaja ha mantenido un discurso muy crítico con el cambio climático, casi negacionista. ¿Va usted a sostener esa línea?

-La cuestión es si el hombre influye directamente en el cambio climático, yo personalmente opino que interviene menos de lo que se dice, bastante menos. Tienes que tener en cuenta una cosa: el 75% de lo que llamamos Tierra es mar. Hay muchas zonas de este planeta todavía que están absolutamente despobladas. Si todo el planeta Tierra fuera como Europa, pues probablemente pudiéramos influir. Pero es que Europa es como el 2% o el 3% del planeta Tierra. Y luego, el agua sigue siendo agua y sigue estando en la Tierra en la proporción aproximadamente 75-25. Si por lo que sea se derrite el hielo en un polo o en otro, o se derrite parte del hielo, ese hielo no se evapora. Ese hielo se convierte en agua. Puede que suba el nivel del mar un centímetro o dos. Y hay veces en que se derrite el hielo en el Ártico y crece el hielo en el Antártico. Luego hay unos fenómenos que se llaman El Niño y La Niña, que depende de cómo vengan del Pacífico influyen en el clima de Europa de una manera u otra. Porque nosotros, cuando hablamos del cambio climático, siempre estamos pensando en Europa. Y el mundo es más grande. Mi opinión personal es que el hombre interviene bastante menos de lo que parece.

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