Las comunidades energéticas buscan captar a las empresas

Las tres comunidades energéticas que está previsto que empiecen a funcionar en Córdoba capital llevan un tiempo trabajando en el proceso de socialización, es decir, en la captación de cooperativistas que participen del proyecto. Una de esas comunidades parte de la Federación de Cooperativas de Andalucía (Faecta), que ahora se emplea en buscar a empresas que se sumen a la cooperativa, como ya han hecho con las viviendas. Lo explica Daniel Navazo, que se encarga de ese proceso de socialización en Córdoba capital.

Para sumar socios procedentes de domicilios, es decir, vecinos, se han servido de reuniones con las asociaciones vecinales y con la técnica de a puerta fría. Además, no han sido pocos los cordobeses que se han interesado y se han puesto en contacto directamente. Sin embargo, Navazo cree que con las pymes este tipo de procesos no servirá tanto, por lo que quieren hacerlo a través de las organizaciones empresariales. En este sentido, buscan que organizaciones como la Confederación de Empresarios (CECO) o ATA hagan de interlocutores entre Faecta y entre las empresas interesadas de participar en la comunidad energética.

Más placas para empresas que para viviendas

Las empresas precisarán de más placas que las viviendas. Como detalla Navazo, la planta que surtirá a la comunidad energética tiene capacidad para surtir a unos 900 domicilios, pero todo dependerá de si se suman empresas y de la cantidad de placas que precise cada usuario. En el caso de los hogares, la media estaría entre cinco y siete placas (tres de mínimo para consumos bajos y hasta diez para consumos altos). Partiendo de esa media, la inversión inicial que tiene que hacer cada vecino es de entre 3.500 y 4.000 euros, y las empresas deberán gastar un poco más porque precisarán de más placas.

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Bonificación del IBI

En cualquier caso, el ahorro es evidente en la factura, pero es que además en Córdoba será aún más claro porque las últimas ordenanzas fiscales aprobadas para 2024 incluyen bonificaciones de hasta el 50% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante diez años a quienes entren a formar parte de estas cooperativas eléctricas. Es más, esta bonificación es lo que ha supuesto que se reciban muchas llamadas de vecinos de todos los barrios de la ciudad para obtener información. Sí es cierto que hay una zona que se verá doblemente beneficiada. Se trata del casco histórico, donde en gran parte del mismo los vecinos no pueden instalar placas solares (de momento).

Más allá del rédito económico que se saca, Navazo insiste en que los cooperativistas serán protagonistas de la tan necesaria transición energética. Recuerda, además, que estas comunidades no tienen ánimo lucro, «ni especulamos con el sol».

Las comunidades energéticas permiten al ciudadano ser productor de la energía que consume, sin necesidad de instalar placas fotovoltaicas en su domicilio. Estas miniplantas que convierten la energía lumínica en energía eléctrica conectan con la red de Endesa para llevar la luz a las casas de sus socios. En Faecta tienen el proceso de socialización abierto hasta el 15 de julio y esperan completar el cupo, aunque si esto no ocurre cabría la opción de que el Ayuntamiento se quedara con parte de la planta.

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