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Un incendio en el campo de tiro de la base militar de Cerro Muriano calcinó 4.100 hectáreas en 2007

Fue necesaria la intervención de 571 profesionales

Imagen del incendio de Cerro Muriano en 2007.

Imagen del incendio de Cerro Muriano en 2007. / SÁNCHEZ MORENO

Adrián Ramírez

Adrián Ramírez

El de este viernes no es el primer incendio originado en la zona de la base militar del Ejército de Tierra en Cerro Muriano. Uno de los más destacados tuvo lugar el 27 de julio de 2007 cuando un fuego iniciado en el campo de tiro de la base arrasó con 4.100 hectáreas, de las cuales 2.121 pertenecían a terreno forestal y las cerca de 2.000 restantes a la mencionada zona de pruebas. Pinares, matorrales y encinares fueron las principales especies afectadas..

Según informó el entonces delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, Antonio Márquez, en las tareas de extinción de aquel siniestro participaron hasta 571 profesionales de manera interrumpida, que controlaron los tres frentes de las llamas. El último foco en ser apagado fue el de la zona noroeste, mientras que el del flanco sureste fue el que alcanzó una mayor intensidad y virulencia.

Las principales dificultades

Al igual que el actual incendio, la orografía del terreno dificultó las labores del Infoca, siendo claves los cortafuegos para frenar el avance en la zona noreste. También fueron necesarios una veintena de medios aéreos, siete de ellos procedentes de Córdoba y el resto llegados de las provincias de Jaén, Sevilla, Almería y Granada. 

También el viento jugó un papel clave, que reactivaron las llamas en la noche del viernes al sábado debido a un cambio de dirección y a un aumento de la intensidad.

Un vecino observa el incendio de 2007 con sus prismáticos.

Un vecino observa el incendio de 2007 con sus prismáticos. / SÁNCHEZ MORENO

Los explosivos localizados en la zona también supusieron un factor de riesgo hace casi 17 años y ayudaron a la propagación de las llamas y el nacimiento de nuevos focos. Esto además obligó a los medios aéreos a sobrevalorar a una altura superior de la habitual, a fin de evitar los constantes estallidos de munición que se dieron.

A contrarreloj

Los trabajos de estabilización del siniestro se realizaron a contrarreloj, a fin de evitar una ola de calor que dio comienzo entre el domingo 29 y el lunes 30 de julio en la que la Campiña cordobesa registró temperaturas superiores a los 41 grados.

Bomberos en la zona quemada.

Bomberos en la zona quemada. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Pese a que el fuego discurrió por las inmediaciones de la N-432 que conecta Badajoz con Granada, no fue necesario el desalojo de los vecinos de la barriada de Cerro Muriano. Una vez se apagó el fuego se produjo un desembalse de la presa del Guadalmellato, con el objetivo de ampliar el cauce del río y refrescar así el suelo.