La fiesta de San José une en Baena misereres, tambores y hogueras

Los tambores de Baena celebran de nuevo una víspera de San José con normalidad. Han sido miles los que desde mediodía han salido este viernes a la calle para participar en esta celebración. Las ganas de tocar de nuevo atraen a bastantes visitantes de otras localidades que forman parte de la ruta del tambor y el bombo. 

Las calles del casco histórico se convierten en un ir y venir de tambores, un lugar de encuentro y reencuentro tras dos años sin poder tocar sin horas, ni normas, ni uniforme, sin tener que pertenecer a ninguna cuadrilla ni cofradía. Y como marca la tradición, visitando los distintos candelorios, que aunque han reducido su número, hay zonas que continúan encendiendo estas hogueras. 

Entre los tambores se encuentran dos niños ucranianos recién llegados a Baena que van a establecerse acogidos por una familia en la localidad y serán escolarizados la próxima semana. Ambos, hermanos, disfrutan de la fiesta como un baenanse más, ajenos al drama que vive su país.

El tiempo acompaña a los tambores, que inundan las calles con su característico sonido. De nuevo, las mujeres ocupan un lugar destacado en este día.

Además, este año, al caer en viernes, se da de nuevo la coincidencia de que los judíos de la cola negra han desfilado hasta la iglesia conventual de San Francisco para celebrar el miserere. Lo hacen uniformados y cumpliendo el protocolo, demostrando que el tambor es cofrade.