Lucena y Cabra no tendrán que adelantar dinero para la subestación

La reordenación de las obligaciones económicas en los procesos previos a la construcción de la subestación eléctrica concebida para Lucena y Cabra comienza a esclarecer unas expectativas obstruidas desde hace años. Endesa, después de un año de negociaciones con los propios ayuntamientos, la Junta e, indirectamente, con los planes parciales, retira a los consistorios la exigencia de adelantar las cantidades asignadas a los sectores privados, un requerimiento contrario a las tesis, al menos, de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Lucena.

Esta nueva distribución de la financiación «allana el camino», admitió el portavoz del gobierno municipal de Lucena, Francis Aguilar, quien ilustró esta atmósfera favorable en el tránsito desde «el bloqueo total» anterior al «optimismo» aflorado en las últimas semanas.

Personal especializado del Ayuntamiento de Lucena había advertido sobre la imposibilidad jurídica y económica de endosar a la administración local, incluso con una vocación temporal, el gasto atribuido a los planes parciales Oeste-1, Sur-2 y el área de reparto del río Lucena. La futura infraestructura eléctrica también abastecerá a la urbanización El Zarpazo en Lucena, con titularidad del Consistorio y la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA).

Este avance sustancial, explicó Aguilar, proviene de «un año de negociaciones» entre las partes implicadas.

A continuación, Endesa ha remitido la carta de condiciones técnicas y jurídicas. El último diseño, después de intervalos de discusión e incertidumbre sobre localización, ratifica la ubicación original, emplazada en el polígono industrial Mantón de Manila, sector al que suministrará en Cabra esta instalación transformadora, junto al Polígono Residencial R-2.

La potencia, 32 megavatios

La potencia comprometida por la operadora eléctrica delimita 32 megavatios, en dos módulos de 16 megavatios, y el presupuesto global, que deberán asumir las entidades públicas y privadas, ha aumentado hasta los diez millones de euros.

El Consistorio lucentino, por consiguiente, habrá de asumir un 30% de la inversión, correspondiente con la superficie de su titularidad concernida, en el área de reparto del río Lucena, los terrenos del futuro complejo hospitalario y El Zarpazo.

Los ayuntamientos, AVRA y los planes parciales, a través de los acuerdos de sus juntas rectoras de Lucena y de Cabra, habrán de responder afirmativamente al documento enviado por Endesa en un plazo máximo de 30 días. Inmediatamente, tras notificar la aceptación, la compañía eléctrica «reservará» la potencia concedida a cada sector.

Las entidades públicas y privadas que se abastecerán de esta subestación habrán de configurar una corporación colectiva para ejecutar la obra civil y diseñar una fórmula que permita eludir la licitación ordinaria. Por último, Endesa realizaría las conexiones «o entronques» finales.

Francis Aguilar insistió en significar «el cambio de escenario importante» infundido a un proyecto encallado durante numerosos años.