ENSAYO

‘Putinología’

En ‘El imperio zombi’ Mira Milosevich analiza el mundo de ayer y el que viene

Mila Milosevich.

Mila Milosevich. / ALBA VIGARAY

Antonio González Carrillo

Antonio González Carrillo

La Rusia actual es un imperio zombi, un difunto que intenta volver a la vida asegura Mira Milosevich, escritora serbia que vive en Madrid desde mediados de los años 60, donde obtuvo el título de doctora en Estudios Europeos por la Universidad Complutense. Para Mira, la invasión rusa de Ucrania refleja el fracaso de Rusia por lo que supone de regreso a una nueva guerra fría entre potencias. La visión política del mundo del autócrata Putin es incompatible con la Europa federal democrática, ilustrada y postnacional. En España, Mira Milosevich ha publicado varias obras destacadas, como ‘Historias de nacionalistas serbios’ (2000) y ‘Nacionalismo y violencia en Kosovo’(2001).

Esta profesora e investigadora del Real Instituto Elcano, especialista en las áreas de Europa del Este y los Balcanes, acaba de publicar en Galaxia Gutenberg un interesante ensayo titulado ‘El Imperio zombi’ (2024) que tiene como subtítulo ‘Rusia y el orden mundial’. Es un libro, según su autora, sobre el mundo de ayer y del que viene, afirma en su dedicatoria.

La primera parte trata del colapso de la URSS, haciendo especial hincapié en la figura de Mijaíl Gorbachov, que dio lugar a la implosión del imperio ruso. La segunda parte es una reflexión sobre la identidad nacional rusa entre la Nación y su vocación de Imperio, que ya atisbó Kapuchinski. Moscú como Tercera Roma y las raíces del antioccidentalismo político ruso. Una identidad nacional rusa fracturada entre occidentalizadores, eslavófilos y euroasianistas. En la tercera parte sobre el revisionismo de fronteras y en la cuarta y última parte dedicada a la política exterior de la Unión Soviética. Una de las conclusiones a las que llega el ensayo es que en las democracias occidentales la opinión pública mayoritariamente rechaza frontalmente la política imperialista totalitaria que ejerce Vladimir Putin. Estados Unidos sigue siendo el país más poderoso del mundo donde China, Rusia e Irán, los tres regímenes totalitarios se oponen su liderazgo.

Se pregunta Mira sobre cómo explicar la conducta belicista de Rusia, de su no renuncia a seguir siendo Imperio. Un proceso de revisionismo y reimperialización que está abocado al fracaso. Detrás de las ambiciones geopolíticas de Rusia y su deriva autoritaria , donde la guerra es un asunto personal del presidente, está su pasado zarista y comunista. Es la tesis fuerte que sostiene Mira Milosevich. La actual Rusia que usa su fuerza militar en el mundo es un Estado revisionista que perdió su Imperio. Desde 2008, ha usado su fuerza militar convencional para cambiar las fronteras internacionales, primero en Georgia y posteriormente en Ucrania. La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú es una muestra evidente de rivalidad explícita contra la comunidad euroatlántica. Para Mira, Rusia perdió su Imperio en 1991 con Gorbachov a quien una mayoría de rusos consideró un traidor por elegir el colapso en lugar de usar la fuerza militar para preservarlo. Yeltsin, su sucesor, con tal de eliminar de la esfera política a su predecesora, fue quien participó activamente en la desintegración al reconocer la soberanía e integridad territorial de los nuevos estados.

Desafíos

La implosión de la Unión Soviética fue tan vertiginosa que no hubo tiempo para negociar los desafíos que planteaban el estatus de las repúblicas postsoviéticas.

Putin apela hoy a la era imperial como fuente de inspiración y como marco de referencia para fundar una nueva legitimidad tanto interna como externa. Esta es otra de las tesis fuertes del excelente ensayo de Mira. La misma elección de Putin como sucesor, por parte de Yeltsin, en 1999 fue un tácito reconocimiento del fracaso de la transición democrática en Rusia. Merece atención el análisis de las raíces del antioccidentalismo político ruso (páginas 105-106) que Mira señala en el cristianismo ortodoxo enfrentado a la Iglesia católica, que alimenta las aspiraciones geopolíticas rusas. Así como las reflexiones dedicadas a la política exterior rusa tras la Guerra Fría (páginas 209-210), de un estado que desde el siglo XlX sigue buscándose a sí mismo. En los primeros mandatos de Putin, de 2000 a 2008, ofreció una cooperación pragmática, como la lucha contra el terrorismo tras el 11S, para, a continuación, pensar que Rusia sólo puede desarrollarse y sobrevivir si se mantiene como gran potencia. Para su presidente, la debilidad de Rusia la lleva a la amenaza de desintegración. Rusia se sentía insegura ante Occidente, afirma Mira, por lo que las elites rusas han optado por restaurar un Estado fuerte, apoyado en un poder militar capaz de defenderlo y mantener por tanto sus áreas de influencia en el mundo. Fue el comienzo del proceso de reimperialización de Rusia hasta la actualidad.

‘El imperio zombi’.

Autora: Mira Milosevich.

Editorial: Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2024.

Suscríbete para seguir leyendo