LAS GUARDAS

Sinceridad y confianza

‘Lie Zi’

‘Lie Zi’ / CÓRDOBA

En los últimos tiempos la sociedad se ha vuelto bastante conformista, se queja de poco o nada, asiente sin juicios ni criterios de todo aquello que le representa o de lo que no le representa, en el fondo la sociedad ha perdido la sinceridad y la confianza.

Recuerdo que hace años un escritor, funcionario docente, todo hay que decirlo, me comentaba que estaba deseando que llegase el verano para dejar de leer libros. «En el verano descanso, no voy a coger ni un solo libro». Otros, en cambio, aprovechan los meses estivales para cargar la maleta de obras y seguir enriqueciendo su consciencia.

El libro de la perfecta vacuidad, conocido en China como ‘Lie Zi’ (nombre del legendario maestro a quien se le atribuye, Lie Yukou), es uno de los tres libros clásicos del taoísmo filosófico, junto al ‘Libro del Tao o Tao te King’ y al ‘Zhuang Zi’. Su datación es compleja, pero en él encontramos joyas como esta que ahora reproducimos.

«Regresaba Confucio a Lu procedente de Wei cuando se detuvo a descansar en un puente. Desde él contempló las aguas muy revueltas del río. Un hombre se disponía a cruzarlo, y Confucio envió a gente para detenerlo. El río tenía unas aguas inmensas, ni siquiera los peces podían nadar en él. El hombre no hizo caso y se lanzó al agua, atravesó el río y volvió a salir. Confucio le preguntó si existe algún secreto para poder hacer lo que hizo a lo que el hombre le respondió: ‘Cuando en primer lugar me lanzo al agua lo hago con plena sinceridad y confianza. En el momento de salir también me dejo llevar por la misma sinceridad y confianza. Esta sinceridad y confianza son las que protegen mi cuerpo en medio de las turbulentas aguas; yo no me atrevo a actuar por mí mismo. Ése es el secreto de que pueda sumergirme y volver a salir indemne’. Confucio les dijo a sus discípulos: ‘Fijaos bien todos vosotros: si con sinceridad y confianza se puede hacer que el agua nos sea algo familiar, con cuanta mayor razón si en vez del agua se trata de los hombres’».

Aprovechen el verano para descansar y para leer, ambas cosas son completamente compatibles. Y si les apetece, lean el ‘Lie Zi’, no creo que se arrepientan. «Guan Yin le dijo a Lie Zi: ‘Si las palabras son bellas, el eco también lo es. Si las palabras son feas, el eco también’».

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