Música

‘Cañeteando’ vuelve a batir su récord

Los vecinos de Cañete de las Torres se esperaban una gran avalancha de visitantes, dado el cartel de este año, con un grupo con solera, con años de historia, y con un reconocido atractivo entre los amantes de la buena música. Por otro lado, los jóvenes, y no tanto, disfrutaron con Omar Montes, el «chico de oro» del momento

Omar Montes brilla en 'Cañeteando' ante miles de seguidores

Rafael Castro

Rafael Castro

Rafael Castro

Cañeteando volvió este sábado por la noche a batir un nuevo récord de visitas en Cañete de las Torres, con un festival gratuito que atrajo a miles de visitantes de muchos puntos de Andalucía, incluso de Extremadura y Ciudad Real. Todas las calles y plazas estuvieron a rebosar para ver uno de los festivales que se han convertido en punto de referencia en el comienzo del verano.

Uno de los grupos preferidos de los cordobeses, como los leoneses Café Quijano, atrajo a miles de seguidores llegados de todos lo puntos de la provincia hasta la Plaza de España. Cuando sonó La Lola, todos corearon la rima con «Se llama Lola y tiene historia, aunque más que historia sea un poema. Su vida entera pasó buscando, noches de gloria, como alma en pena». Los bares y quioscos de alrededor estaban a rebosar, generando dicho encuentro un gran volumen de negocio entre los establecibiendos del entorno.

Café Quijano, en una de las actuaciones.

Café Quijano, en una de las actuaciones. / CASAVI

Conforme iba avanzando la noche el ambiente iba creciendo, esperando la llegada de la actuación de Omar Montes en el Parque de Andalucía, donde también concentró a miles de fans de todas las edades, que tararearon todos sus temas, incluida la última sevillana que tanto furor está causando en las grandes fiestas de este verano.

A partir de las 2 de la mañana, acutaron los dj Jacobo Ostos y Nolo Aguilar, en el Jardín de Cactus, concretamente en la zona running de la calle Lagunitas del polígono Los Ruedos.

Ambiente durante la velada.

Ambiente durante la velada. / CASAVI

Así discurrió una noche mágica en la que Cañete de las Torres, conocida como La Villa Botánica, volvió a ofrecerse al mundo como un punto de encuentro del arte.