Comunidad Valenciana

"No le permito hablar": el tenso enganchón de Camps con un periodista en la Cadena Ser

El expresident intenta censurar las preguntas del director de informativos de la Cadena Ser en la C. Valenciana: "Usted no es demócrata"

Camps en À Punt

Camps en À Punt / LEVANTE-EMV

Mateo L. Belarte

Tenso regreso de Francisco Camps a la radiotelevisión pública valenciana. Unos días después de ser absuelto de la última causa que le quedaba pendiente con la justicia, el expresident ha concedido una entrevista en À Punt este lunes que ha derivado en un enfrentamiento con el periodista Bernardo Guzmán, director regional de la Cadena SER en la Comunidad Valenciana.

El choque se ha producido cuando Guzmán ha tratado de formular su primera pregunta, sobre las reponsabilidades políticas de Camps pese a sus exoneraciones judiciales, ahora que este ha manifestado abiertamente su intención de regresar a la primera línea política con el PP.

El expresident, visiblemente molesto, ha tratado de cortar la pregunta desde el primer momento: "No le permito hablar. A usted, no", le ha espetado Camps, que ha llegado incluso a preguntar al periodista por el motivo de su presencia en el programa, deslizando que no hubiera acudido a la entrevista de saber de su asistencia a la misma.

Òscar Martínez, conductor de la tertulia, ha afeado a Camps ese intento de censura, pero el expresident ha seguido cortando al periodista, a quien ha acusado de llevar una "tarea personal" contra su figura. "No tiene sentido que me encuentre a una persona que lleva 15 años atacándome", ha dicho sobre la presencia de Guzmán en el plató, cuya asistencia es semanal y periódica, como le ha recordado Martínez.

Camps ha llegado a asegurar que el periodista "no es un demócrata" por esa trayectoria "contra" él, que ha tildado de "brutal". Pese a los intentos de censura, el ex jefe del Consell se ha autodefinido como un "ejemplo de libertad de prensa", destacando que nunca "cierra las puertas" a ningún medio de comunicación. Sin embargo, Camps se ha negado a responder a la pregunta del periodista.

Descarta la Generalitat y fichar por Vox

La actitud de Camps ha levantado una gran polvareda, evidenciando que su figura aparece ahora más como un problema que un activo para el PP, donde siguen guardando silencio sobre un posible retorno. De hecho, su intervención en À Punt ha provocado la reacción de la izquierda, que no ha tardado en vincular su comportamiento actual con el que se vivía en la televisión pública valenciana en su época de president.

Con todo, Camps ha insistido en su deseo de volver, aunque ha rebajado algo el tono reivindicativo mostrado el mismo día de la sentencia. Así, ha señalado que tiene una conversación pendiente con el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, pero no ha querido meter prisa. Eso sí, ha defendido su perfil como apto para asumir la responsabilidad que corresponda. Igualmente, ha cerrado la puerta a fichar por otro partido, aunque ha admitido que tuvo ofertas de Vox y otras fuerzas "regionalistas". "Siempre he dicho lo mismo: soy del PP. Mi recorrido vital empezó en el PP y morirá en el PP".

Entre esas posibilidades orgánicas, ha descartado la presidencia de la Generalitat. "Ya he sido president, eso no tiene sentido", ha señalado antes de ensalzar al actual jefe del Consell, Carlos Mazón. "Tenemos un gran president, que el del PP. Estamos gobernando y ha cambiado el panorama político", ha celebrado. Tampoco ha querido valorar la reacción del PP valenciano a su absolución y ha excusado una posible frialdad: "Ahora el PP está gobernando y en campaña, que es lo que corresponde. Cada uno ha de estar en su tarea", ha indicado.

Sin autocrítica a su gestión

Pese al reguero de condenas a cargos de su Consell, Camps no ha hecho ninguna autocrítica a su gestión como president. Muy al contrario, no ha dudado en situar su mandato como la "época más brillante de la Comunitat Valenciana". Un tiempo, ha añadido, de "esplendor".

El popular se basa en su victoria electoral de 2011 para alegar que cuenta con el respaldo social y en su exoneración judicial para rechazar cualquier responsabilidad sobre los casos de corrupción en su gobierno. "No me siento responsable político de los condenados en mi Consell", ha venido a decir.