Opinión | Aprender para contar

El nuevo noveno planeta del sistema solar

En el sistema solar, nuestro vecindario, donde Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón giramos alrededor del sol éramos 9 hasta hace muy poco. Plutón dejó de ser un planeta y parece que hay otro, que se hace notar, aunque aún no lo hemos podido ver.

A Plutón lo sacaron de la lista de miembros de nuestro club por votación popular en 2006. Científicos sesudos del comité del rigor de la UAI (Unión Astronómica Internacional) establecieron que, para ser considerado un planeta de nuestro sistema solar, un cuerpo celeste debía cumplir tres criterios; (1) orbitar alrededor del Sol, (2) tener suficiente masa para ser redondo por efecto de su propia gravedad y (3) haber «limpiado» su órbita de otros objetos.

Plutón cumple con los dos primeros criterios, pero no con el tercero. En su órbita comparte espacio con muchos objetos del Cinturón de Kuiper, lo que significa que no ha «dominado» su región espacial. La decisión de sacar a Plutón fue controvertida y todavía hay científicos que creen que debería volver a clasificarse como planeta. En todo caso, nos habíamos quedamos con ocho planetas, y no sé si por querer mantener el número de socios o simplemente por una coincidencia temporal, ha vuelto a surgir el debate de la existencia de un gran planeta, más grande que la tierra y que orbitaría en los confines del sistema solar.

Hablar de un planeta X o planeta Nueve en nuestro sistema solar no es algo nuevo. La idea de un planeta no descubierto más allá de la órbita de Neptuno ha existido durante más de un siglo y ya a principios del siglo XX se inició su búsqueda; la hipótesis de su existencia surgía de peculiaridades de la órbita de Neptuno que parecían sugerir que habría otro cuerpo, que la estaba afectando.

La idea del Planeta X resucitó en la década de los 90 gracias al trabajo de astrónomos como Mike Brown, que descubrieron varios objetos transneptunianos (TNOs), también con órbitas inusuales que volvían a apuntar a la influencia de un planeta «invisible» de gran masa. A partir del 2016, con simulaciones numéricas demostraron que la gravedad de un planeta gigante en una órbita distante podría explicar las órbitas peculiares de los TNOs. El tema volvió a coger impulso y, desde entonces, la búsqueda del Planeta Nueve ha cobrado más y más interés en la comunidad científica. Se han realizado numerosas observaciones y estudios, pero aún no se ha logrado detectar.

Es un poco desconcertante, pero, no nos preocupemos por no controlarlo todo. Las escalas de tiempo de nuestro sistema solar son mucho más largas que las de nuestro aprendizaje. Recuerden que la idea del heliocentrismo, donde el sol pasaba a ser el centro de nuestro sistema planetario, desplazando a la tierra de su papel dominante, se fue aceptando poco a poco. No fué hasta el siglo XVI, con Nicolás Copérnico como actor principal, que los científicos aceptaron ese cambio de paradigma. Y tardamos un siglo más, el siglo XVIII para que se convirtiera en la visión dominante en la sociedad, que finalmente asimiló que era el sol el que estaba en el centro de nuestro sistema planetario. Seguimos aprendiendo, sigamos explorando.

La investigación sobre el planeta nueve está en curso y aunque aún no hay una respuesta definitiva sobre su existencia, su descubrimiento tendría un gran impacto en nuestra comprensión del sistema solar. La búsqueda del Planeta Nueve es un tema apasionante en la actualidad para la comunidad astronómica, y representa un desafío técnológico sin precedentes. Sigamos atentos al tema. Puede ser un descubrimiento de la próxima década.

*Astrofísica

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