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Kike Márquez y su "objetivo" cumplido en el Córdoba CF: para esto vino

El sanluqueño, hasta ahora capitán blanquiverde, cierra una etapa dulce aunque compleja en la entidad, rematada con el ascenso a Segunda División

Kike Márquez festeja el ascenso a Segunda División del Córdoba CF en El Arcángel.

Kike Márquez festeja el ascenso a Segunda División del Córdoba CF en El Arcángel. / manuel murillo

Miguel Heredia

Miguel Heredia

El nuevo Córdoba CF continúa dando puntadas a su nuevo proyecto, ya sea en forma de fichajes -van cuatro-, concretando renovaciones, o incluso anunciando algunas despedidas especialmente significativas. En ese contexto, precisamente, ha acabado alineado recientemente Kike Márquez, el hasta ahora capitán del bloque blanquiverde, que tras dos años en la entidad, y todavía con uno de contrato que le restaba, cierra su etapa defendiendo los intereses de El Arcángel. Lo hace, además, con un legado considerable a sus espaldas, después de haber superado una temporada inicial de altibajos, logrado enfundarse el brazalete poco más tarde, para finalmente abanderar el regreso del combinado de Iván Ania al fútbol profesional. Y para ello vino. 

«Yo vine aquí con un objetivo»

«He disfrutado como un chiquillo. Esa espinita me la he quitado, es una liberación. Yo vine aquí con un objetivo», relataba el propio mediapunta, pletórico, orgulloso y satisfecho, durante su festiva intervención en la sala de prensa del feudo califa una vez conquistado el ascenso, su última en el Córdoba CF, al que llegó dos mercados estivales antes con el propósito de recolocar al club en la segunda categoría del panorama nacional.

Su desembarco, en esa línea, se concretó una vez consumado el salto a Primera RFEF con miras a la 2022-2023, en calidad de refuerzo estrella para el ambicioso grupo tutelado por Germán Crespo, que venía de ganarlo absolutamente en su anterior campaña, campeonato de Segunda RFEF y Copa Federación incluidos. El de Sanlúcar arrastraba un expediente significativo, después de haber sido el buque insignia de un Extremadura extinto que más tarde cambió por el Albacete, con el que apenas unas fechas antes había logrado la promoción a la división de plata en tierras gallegas.

«Transmitir la felicidad de poder vivir estos momentos y decir que soy jugador del Córdoba CF. En cuanto recibí la llamada lo tenía bastante claro, que quería vestir esta camiseta. Vamos a ir a por el segundo paso. Ojalá que consigamos el segundo objetivo, que es subir al fútbol profesional», fueron algunas de sus primeras palabras como blanquiverde, una vez cerrado un fichaje que se produjo durante los primeros compases del mes de julio de aquel año. Los siguientes pasos fueron meteóricos. La puesta en escena en pretemporada dejó destellos de calidad e ilusionó al respetable cordobesista. Con un tupido elenco de amistosos en el calendario, la puesta a punto blanquiverde tuvo muchos nombres propios, incluidos el del veterano futbolista, que logró despuntar especialmente antes del estreno en Liga. 

Kike Márquez celebra un gol en El Arcángel durante el curso 2022-2023.

Kike Márquez celebra un gol en El Arcángel durante el curso 2022-2023. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Más compleja, eso sí, se presentó la etapa venidera. El arranque del campeonato doméstico fue dulce, en sintonía de la tendencia de un equipo acostumbrado a ganar, golear y encandilar. Kike Márquez era uno de los estandartes de ese corto espacio de tiempo, que se desinfló, tanto individual como colectivamente, con la llegada del frío invernal a la capital cordobesa. Hasta mediados de diciembre le duró el fuelle, pasando de comandar la categoría de bronce con puño de hierro a derivar en una mala racha de resultados histórica.

Los siguientes capítulos del relato fueron grises, casi dramáticos. A golpe de derrotas la entidad acabó descolgándose de la zona cabecera, con un arsenal de piezas de la plantilla señaladas y sin argumentos para revertir una dinámica enquistada. La planta noble de El Arcángel movió ficha a la desesperada y se produjo el cambio de banquillo: salió Germán Crespo, que previamente había firmado una renovación sin precedentes -económicos y temporales- con el club, para dejar su sitio a un Manuel Mosquera que tampoco dio con la tecla.

La llegada del gallego al banquillo cordobés, eso sí, sacó del ostracismo al mediocampista ofensivo, que durante los últimos coletazos de la etapa de Crespo como gestor había sido relegado a un rol residual. Ganó peso, protagonismo y algo de confianza de la mano del nuevo preparador, aunque la comunión con la grada estaba rota, al igual que cualquier aspiración esa temporada. 

Kike Márquez celebra un gol junto a Diarra en el ejercicio 2022-2023.

Kike Márquez celebra un gol junto a Diarra en el ejercicio 2022-2023. / FRANCISCO GONZÁLEZ

La conquista del ascenso

Todos los ingredientes parecían dispuestos para que la estancia de Márquez en tierra califa fuera de una única temporada. Aunque todo cambió en el verano de 2023, con Iván Ania. «Tengo que agradecer esa llamada que hizo que cambiara de opinión», confesó, con una sonrisa imborrable del semblante, también en su balance posterior a despechar al Barça Atlétic en la final del play off a Segunda División. Desde ahí se erigió el nuevo Córdoba CF, ahora en el pasado, que reformuló al completo su filosofía y esquema para lanzarse de nuevo a por el reto de regresar al fútbol profesional, con él al frente.

El vestuario no dudó tampoco y eligió al sanluqueño como su representante, el primer capitán de una temporada que acabaría siendo absolutamente histórica. Fue, a su vez, el comienzo de una historia de redención que concluiría con un final feliz, pese a vivir un arranque algo espeso. Le costó lo suyo, aunque acabó entonándose, a un bloque que bajo la batuta de Ania alcanzó la velocidad de crucero una vez superados los primeros compases de la agenda.

En esa tesitura se manejaba un Kike Márquez renovado e inspirado, capital tanto dentro como fuera de los terrenos de juego y de nuevo crucial con su aportación goleadora. Cierto es que la irrupción de Kuki Zalazar, ya en al segunda vuelta, restó peso sobre en el once al hasta ahora «7» blanquiverde, pero sin mermar un ápice su aportación, que por momentos fue crucial a la hora de coordinar a todo un plantel en busca del objetivo de toda una ciudad y sentimiento.

Más tarde llegó el ansiado premio. Primero se batalló sobremanera con el Castellón en busca de la promoción directa, aunque tocó rearmar el libreto una vez alcanzado el subcampeonato. En la fase de promoción, saldada de forma invicta, el Córdoba CF mantuvo el tipo tanto frente a la Ponferradina como con el filial culé. No rebló y se embolsó el ascenso y devolvió el ambiente de las grandes noches mágicas, esas que hacía tiempo que se habían olvidado, a un El Arcángel lleno hasta la bandera el día 23 de junio de 2024. Apenas uno más tarde, con un desfile en autobús y un gran despliegue festivo, además, Márquez, mano a mano con su socio Antonio Casas, atavieron al Gran Capitán en Las Tendillas con los distintivos sinónimos de haber alcanzado el objetivo. 

Kike Márquez pugna con Héctor Fort durante la vuelta de la final del play off, en El Arcángel.

Kike Márquez pugna con Héctor Fort durante la vuelta de la final del play off, en El Arcángel. / manuel murillo

Números y «promesas»

El cierre del discurso, no obstante, se ha cerrado de forma algo abrupta. Pese a contemplar contrato vigente, club y jugador separan sus caminos en plenas reformas antes del reestreno de plata. Llegará ya sin Kike Márquez como comandante del navió blanquiverde, después de dos temporadas que han tenido de todo, desde altibajos, momentos de gloria, hasta tensión y sinsabores. Los números que deja el mediapunta tras su paso por El Arcángel son significativos, después de haber participado en la friolera de 68 encuentros ligueros oficiales -más otros cinco entre el resto de competiciones-, con también 13 tantos, algunos de trascendencia máxima, como balance. 

Su legado tampoco será baladí. «Hemos conseguido el objetivo de toda la ciudad, de nuestros aficionados, vestuario, cuerpo técnico... Me quedo sin palabras. Esto es de todos, es un momento único. Córdoba lleva años sufriendo, se merece una alegría como esta», insistía una vez más el futbolista en sus últimas palabras como líder del equipo, avanzando un futuro prometedor y deseos de éxito y concordia para la que ha sido su afición durante el grueso de dos ejercicios inolvidables.

«Un pedacito de mi corazón siempre será blanquiverde. A este club le hice dos promesas, la primera que venía aquí para ascender y devolver al Córdoba CF a donde le corresponde. La segunda, que como capitán me quitaría el enorme honor de y privilegio de colocarle la bandera al Gran Capitán por un amigo. Promesas cumplidas, cordobesistas», finaliza también el gaditano en su carta de despedida, elogiando el vestuario conformado a lo largo de la reciente campaña, a la par que recordando a sus detractores y reivindicando un claro mensaje: para esto vino, y ha cumplido.

La carta de despedida de Kike Márquez del Córdoba CF.

La carta de despedida de Kike Márquez del Córdoba CF. / KIKE MÁRQUEZ

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