Mesa de redacción

El Camino Mozárabe busca afianzarse con digitalización y la fe como bases

CÓRDOBA edita la tercera edición de una guía que se adentra en la historia y retos de unos senderos que llevan hasta Santiago

Córdoba y el Camino Mozárabe

Víctor Castro

Noelia Santos

Noelia Santos

Diario CÓRDOBA publica, por tercer año consecutivo, la Guía Mozárabe, un documento de casi cien páginas que se distribuye hoy de forma gratuita con el periódico. La revista recoge los pormenores actualizados de las etapas del Camino desde Córdoba y todos sus ramales que, tras abandonar la provincia, se dirigen hacia Santiago. Con la razón de profundizar en el sendero histórico y de analizar los avances conseguidos y los retos de futuro, CÓRDOBA ha celebrado la mesa de redacción Córdoba y el Camino Mozárabe: retos para impulsar su crecimiento. El presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, el canónigo portavoz del Cabildo, José Juan Jiménez Güeto, el presidente de la Asociación Amigos del Camino de Santiago-Camino Mozárabe, Isidro Rodríguez, y el profesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Córdoba (UCO), Javier López Rider, fueron los encargados de departir sobre esta materia.

El componente básico de la fe, el trabajo por la digitalización y el aprovechamiento del Camino Mozárabe como recurso económico fueron los ejes sobre los que pivotó dicha mesa de redacción.

Un Camino digitalizado

Isidro Rodríguez, profundo conocedor de estos senderos, afirmó que, «en los últimos diez años, el Camino ha pegado un avance impresionante». Se ha pasado, profundizó Rodríguez, de pintar las flechas a mano a tener prácticamente toda la información en el móvil.

Gran parte de la culpa de esa adaptación digital del Camino Mozárabe la tiene la Diputación de Córdoba, que lidera la puesta en marcha del proyecto Camino Mozárabe de Santiago Turístico, Inteligente y Sostenible, que cuenta con casi un millón de euros y en el que participa junto a las diputaciones de Almería, Granada, Jaén, Málaga y Badajoz. En este sentido, Salvador Fuentes habló de hacer una apuesta de consolidación y conservación de todas las infraestructuras que componen el Camino, ya no solo las señales, sino las propias rutas o los albergues reconocidos. Aquí, reconoció, la ayuda de las nuevas tecnologías es esencial.

Salvador Fuentes, antes de la mesa de redacción.

Salvador Fuentes, antes de la mesa de redacción. / VÍCTOR CASTRO

Un Camino de fe

En el debate, José Juan Jiménez Güeto introdujo la importancia de no perder de vista el componente esencial del Camino Mozárabe y por ende de del Santiago: la fe y la espiritualidad. En una época donde se ve atractivo turístico en casi cualquier cosa, el canónigo portavoz de del Cabildo pidió «no caer en la tentación de olvidar el elemento principal de peregrinar, que no es otro que el elemento espiritual. Lo principal es un encuentro con Cristo». Jiménez Güeto sí entonó el mea culpa y reconoció que, pese al trabajo impulsado desde el Cabildo, «la Iglesia podría hacer más y mimar más al Camino si queremos que no pierda la dimensión religiosa».

De este mismo modo se expresó Fuentes en torno a esta idea, señalando que no deja de ser «una forma de turismo motivada por la religión». Eso sí, el presidente de la Diputación abogó por no concebir el apoyo al Camino «desde el apartado turístico» porque entonces, advirtió, «se convierte en un sendero más». También pidió «no caer en falsas justificaciones» a la hora de potenciarlo, pues también podría correr el riesgo de que «se nos vaya de las manos y se muera de éxito», algo que se está temiendo que ocurra, por ejemplo, con el Camino de Santiago Francés, donde distintas y muy variadas causas han motivado una pérdida del sentido que lo engloba y que lo ensalzó.

Un Camino de oportunidad

Que el elemento esencial del Camino Mozárabe sea la fe no quiere decir que, a la misma vez, sea un elemento completamente dinamizador del territorio por el que cruza. Javier López Rider así lo estima, y recuerda que eso no es algo nuevo. «Cualquier camino de este tipo es un ente dinámico que te lleva a un momento de la historia y existe la finalidad económica desde el momento en que son muchos los que usan ese camino y no van a Santiago».

Eso traducido en la actualidad, entiende el profesor de Historia Medieval de la UCO, se puede materializar en potenciar la gastronomía de ciertos municipios o asumir retos ecológicos e incluso patrimoniales que estén por hacer, por ejemplo, interviniendo en varios puentes califales repartidos a lo largo del Camino que están en muy mal estado. «Si en época medieval estaban las ventas en esa ruta ofreciendo alojamiento y descanso, eso puede recuperarse en el presente», entiende López Rider. El profesor universitario añade otro elemento más a la ecuación, la potencialidad de frenar la despoblación de un territorio que puede tener el Camino. «Si se vincula con la naturaleza, con la arqueología o con la gastronomía, ya tenemos una estrategia para dar vida a un ámbito rural», apostilló.

Isidro Rodríguez también ve esa capacidad dinamizadora del Camino Mozárabe, porque puede verse como «un recurso que aporta un granito de arena al desarrollo de los territorios» y habló de un trabajo desarrollado en este sentido que se ha centrado en los aspectos paisajísticos de Los Pedroches a través del Camino, algo que quizá, de otra forma, no se tendría en cuenta.

Un momento de la mesa de redacción, celebrada en el Eurostars Palace.

Un momento de la mesa de redacción, celebrada en el Eurostars Palace. / VÍCTOR CASTRO

También Salvador Fuentes ve en la combinación de historia y cultura de los enclaves que atraviesa el Camino un elemento turístico «en sí mismo». De ahí que se haya decidido apostar desde la Diputación por su desarrollo y su conocimiento entre los cordobeses.

Mientras, Jiménez Güeto entienden que «si las cosas se hacen bien, sin improvisar» y con rigor histórico, al Camino Mozárabe todavía le queda mucho por recorrer.