Entrevista | Eduardo Nicolás Director del centro operativo provincial del Infoca en Córdoba

«Hemos pasado de en torno a los 150 fuegos en el año 2000, a 50»

Advierte de la gravedad de los incendios que se registran en los últimos años y explica que, «en determinadas condiciones, son cada vez más difíciles de abordar» 

Eduardo Nicolás, director del centro operativo provincial del INFOCA en Córdoba

Manuel Murillo

Pilar Cobos

Pilar Cobos

-¿Qué medios tiene el plan Infoca en Córdoba?

-El plan Infoca es regional, nos articulamos provincialmente, pero todos los medios funcionan en el ámbito regional. En cada provincia hay un centro de mando, que en este caso está en Los Villares, y nos distribuimos por centros de defensa forestal (Cedefo). El plan está activo todo el año, aunque en los meses de estío, de junio a octubre, estamos al 100% de medios. En máximo despliegue, en medios aéreos tenemos un helicóptero en cada uno de los cedefos, uno está en Adamuz, otro, en Villaviciosa. Tenemos también un convenio de colaboración con Enresa y en El Cabril contamos con otro helicóptero, y dos aviones de carga en tierra que están ahora en el aeropuerto de Córdoba, aunque estamos haciendo una base en Villaviciosa. En cuanto a personal operativo, rondamos las 460 personas en todas las categorías: técnicos, agentes de medio ambiente, bomberos, camioneros, vigilancia fija, vigilancia móvil, personal auxiliar... Este año estamos esperando que quizá el Estado nos ponga un medio aéreo más en Córdoba, en Carcabuey.

-¿Por qué hay un helicóptero en El Cabril?

-Por un convenio de la Junta de Andalucía con Enresa, que tenía contratado un helicóptero para sus propias necesidades de transporte y llegamos a un acuerdo mediante el cual durante el verano ponía a nuestra disposición el helicóptero y nosotros lo dotamos con personal técnico y retenes. Es verdad que tenemos una prioridad sobre lo que pueda pasar en el entorno, pero no especialmente por tener allí el helicóptero, nosotros consideramos todo el territorio igualmente problemático.

-Le preguntaba por si el propio contenido de las instalaciones lo hacía necesario.

-No tiene un riesgo especial más allá de que hay personas. En cuanto al contenido de El Cabril, está suficientemente protegido, no le afectaría un incendio forestal.

«En la sierra, cualquier incendio puede acabar en emergencia por protección civil»

-Suele afirmar que en torno al 70% o el 75% de los incendios se deben a negligencias o accidentes. ¿Esto quiere decir que son nuestra responsabilidad?

-Exactamente. En nuestra zona, los únicos incendios naturales que se pueden producir son por rayos y en Córdoba, afortunadamente, son muy pocos, andan en torno al 1%. El resto son por circunstancias humanas, ya sea un accidente, sean negligencias o intencionalidad. Esto ha bajado bastante. La incidencia ha bajado mucho, la conciencia de la sociedad cada vez es más profunda. Hemos pasado de en torno a las 150 o 130 igniciones anuales por las que andábamos en el año 2000 a una media de 50 o 60 en las que andamos actualmente. Otra cosa son las consecuencias y la superficie que tenga.

-¿Le preocupa que ahora sean más graves?

-Lo que estamos viendo en los últimos años, no en Córdoba sino en general, es lo que llaman la paradoja de la extinción. Cada vez somos más fuertes apagando incendios, pero, cada vez más, muy pocos incendios queman el 90% de la superficie. En determinadas condiciones, son cada vez más difíciles de abordar. ¿Por qué? Pues por un conjunto de circunstancias, pero entre las más destacadas está la falta de gestión del terreno forestal. La vegetación, el monte, es materia viva y va creciendo, y esta carga de combustible es energía acumulada en el medio. En el momento que hay un inicio, se desata esa energía en forma de fuego y con una capacidad tan alta que hace muy difícil que con todos los medios del mundo podamos controlarlo. Y esto provoca los grandes incendios que estamos viviendo en los últimos años, que popularmente se han llamado incendios de sexta generación, son relativamente nuevos en nuestro ámbito.

Eduardo Nicolás, director del centro operativo provincial del Infoca en Córdoba.

Eduardo Nicolás, director del centro operativo provincial del Infoca en Córdoba. / Manuel Murillo

-La superficie quemada en Córdoba el año pasado no llegó a las 50 hectáreas. ¿Firmarían por tener un verano igual, verdad?

-Completamente. Datos más bajos es imposible. 45 hectáreas es lo que puede quemar un gran incendio en las primeras dos horas.

-¿La lluvia de Semana Santa y este mes de junio están ayudando?

-Sí. Cuanto más fuerte esté la vegetación, más cantidad de agua tengan sus tejidos, es más difícil o tarda más en entrar en combustión. Las aguas de Semana Santa fueron fundamentales y la que nos ha venido ahora en junio también es muy importante. Ha sido un junio realmente curioso. ¿Esto qué puede provocar? Pues que retrasemos el estiaje, con lo cual, el periodo de alto riesgo sea más corto.

-Con la llegada del verano aumenta la población en la periferia y existe un mayor riesgo, ¿verdad?

-En la sierra de Córdoba, cualquier incendio puede acabar muy fácilmente en una emergencia por protección civil. Esto hace que haya que extremar la precaución, tanto nosotros, que tenemos planes especiales de vigilancia y de control, como los propios habitantes de estas zonas, que tienen que ser estrictamente prudentes en sus actuaciones y obedientes en las indicaciones que les den las autoridades. Es una zona compleja, nos preocupa mucho. Un incendio en propagación libre, que no hayamos sido capaces de controlar en un primer ataque, enseguida se puede convertir en una emergencia que afecte a un gran número de personas.

-¿Cómo evoluciona el desarrollo de los planes de autoprotección en urbanizaciones e instalaciones ubicadas en zona forestal?

-Hemos avanzado mucho. El plan operativo de Andalucía lo compone el plan Infoca, en el que se integran los planes de los municipios que están en zonas de peligro y, a su vez, esos planes municipales integran los planes de autoprotección. En Córdoba ya tenemos plan municipal de emergencias por incendios forestales, un documento que el mayor municipio de la provincia no tenía. El año pasado ya, por fin, tiene el Ayuntamiento, colaborando con nosotros, el plan municipal. Ahora es cuando se están empezando a integrar los planes de autoprotección de cada una de estas instalaciones en un proceso lento pero seguro. Los planes de autoprotección contemplan medidas de prevención y de acción y de concienciación de las personas, para saber lo que tienen que hacer en el caso de que haya un aviso por emergencia. El plan de autoprotección afecta a todas las parcelas, pero cada una debe tener un plan de manejo de la vegetación interna, que no te coma la vegetación encima de la casa para que si llega un incendio no salga ardiendo la vivienda.

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