Los vecinos de Belalcázar recrean con éxito su pasado

El patio de la huerta del convento de Santa Clara de la Columna es el escenario de la quinta edición de la obra de teatro El halcón y la columna, que llevan a cabo más de 150 vecinos convertidos en actores para la ocasión. En un escenario ya de por si espectacular, con la galería porticada gótico-mudéjar y los muros de piedra, se desarrolla la obra, ambientada en el siglo XV, con la que los espectadores ya van viajando en el tiempo desde que cruzan la galería de columnas que desemboca en el patio donde se ha colocado el graderío.

El halcón y la columna logra retrotraer al público a los tiempos de la saga Sotomayor y Zúñiga, entre los años 1432 y 1483, y sitúa en escena el anterior nombre de la localidad, Gahete, antes de pasar a ser el condado de Belalcázar. La acción no se detiene en ningún momento, salvo en el descanso de diez munutos programado. Las escenas, acompañadas de la iluminación adecuada y del acompañamiento de la orquesta barroca, trasladan a momentos trágicos y otros más coloridos con las servidoras o el grupo de baile.

En una época de luchas nobiliarias, intrigas e intereses políticos, en la obra escrita por Francisco Benítez y dirigida por Javier Ossorio, con Asunción Sanz como ayudante, se contemplan luchas con espadas, el paso de cortejos, la algarabía de los mercados, la celebración de una boda y la presencia de animales, dónde destaca el vuelo del halcón y la aparición hasta de un lobo. 

Cabe destacar también la buena interpretación de los vecinos, los elegantes diálogos y el cuidado vestuario, sin que nada desentone cuando se aborda la historia en el mismo lugar en el que ocurrieron los hechos entorno a Gutierrez de Sotomayor y su funeral; el ambicioso Alonso de Sotomayor, casado con doña Elvira de Zúñiga, y su hijo, Juan de Sotomayor, dedicado a la vida contemplativa como re de fray Juan de la Puebla. 

Frente a la bondad de Elvira de Zúñiga, es su esposo, Alonso de Sotomayor, el personaje que ejerce el mayor sometimiento, apoderándose de las tierras del concejo, enfrentándose al alcalde y hasta castigando a su fiel Paniagua, hasta el punto de que es excomulgado, señalando que nadie le quiere, sólo sus halcones.

Una obra coral

El halcón y la columna es una obra coral, apareciendo el rey de Castilla, los nobles de la época, los representantes de la iglesia, los pajes reales, el pregonero, los soldados, los tambores, las mesoneras, los vendedores del mercado o las mancebas. Y todo ello en este convento habitado a día de hoy por las religiosas clarisas de clausura que fue ordenado construir en la época, como el imponente castillo de los Sotomayor, a cuya construcción también se alude en la obra.

El director, Javier Ossorio, ha destacado las «muchas horas de planificación y ensayos que han sido necesarias para levantar el espectáculo» y asegura que los vecinos «se han dejado la piel en este hermoso proyecto». El director, que ha sido el máximo responsable en cuatro de las cinco ediciones, ha reconocido «la imbricación del espectaculo con Belalcázar y todo su vecindario».

Por su parte, el alcalde de Belalcázar, Francisco Luis Fernádez, ha subrayado el trabajo «altruista» de actores, regidores, sastrería, atrezo y otras tareas, algo que agradece a «todas las personas que lo hacen posible, a las administraciones que colaboran y a los patrocinadores, con el respaldo total del Ayuntamiento».

El estreno, este miércoles, ha sido un éxito y la grada se ha llenado de un público que ha tributado un largo aplauso final a todo el equipo. Las representaciones, de dos horas de duración, continuarán hasta el domingo a las 22.30 horas y para la información de las entras se ha habilitado el teléfono 621 28 18 28.

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