Fotografía

El Museo Tiflológico de la ONCE exhibe en 'Iguales ante la cámara' dos obras de la cordobesa Victoria Adame

La exposición, que se podrá ver hasta el 11 de octubre en Madrid, muestra cómo ven el mundo las personas con alguna discapacidad visual

Victoria Adame mira las dos fotografías que expone en el Museo Tiflológico de la ONCE

Victoria Adame mira las dos fotografías que expone en el Museo Tiflológico de la ONCE / CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

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Iguales ante la cámara es el título de la nueva exposición del Museo Tiflológico de la ONCE, que contiene 12 obras de seis fotógrafos con discapacidad visual, afiliados a la ONCE, dos de ellos, la cordobesa Victoria Adame y el malagueño Víctor Meliveo. La muestra puede visitarse, hasta el 11 de octubre, en calle La Coruña, 18 (Madrid), en horario de martes a viernes, de 10:00 a 15:00 y de 16:00 a 19:00; sábados, de 10:00 a 14:00, cerrado domingos y festivos.

Victoria Adame, Marcelo Bilevich, José Julio Flores, Víctor Meliveo, Carme Ollé y Juan Torre son los seis profesionales de la fotografía representados en la colección permanente del Museo Tiflológico.

Para Victoria Adame, esta exposición “es una forma de inclusión visual porque una de mis obras, titulada Miopía, muestra cómo vemos las personas que tenemos miopía elevada y, a la vez hago un guiño a la ceguera social”.

Victoria Adame (Córdoba) muestra su obra Miopía, en la que presenta de forma desenfocada una calle, en la que se aprecia un semáforo y a diferentes peatones, haciendo partícipe al espectador en el modo en que ella ve el mundo. Con esta instantánea, efectúa un juego visual sobre las dificultades de ver el mundo. Fin de Fiesta es la otra obra que expone Adame, con la que señala que todos los finales son un principio.

Adame es licenciada en Derecho por la Universidad de Córdoba (España) y Trieste (Italia). Su línea de trabajo se centra en la creación de proyectos fotográficos enfocados en el costumbrismo y en las emociones humanas como punto de partida. En 2015 fue finalista en Madrid 24 PHotoESPAÑA, exponiéndose sus fotografías en la Plaza del Callao y en el Palacio de Cibeles de Madrid. Ese mismo año entró en la shortlist de los Lens Culture Exposure Awards de Londres. En la actualidad, Victoria Adame reflexiona sobre una nueva narrativa conceptual que tiene a la visión y a sus modos de percepción como epicentro fotográfico.

Esta no es la primera vez que Victoria Adame expone su obra en este museo. En 2022, presentó No toda distancia es ausencia.

Otros autores en la muestra

El otro andaluz que expone en el Museo Tiflológico es Víctor Meliveo (Málaga), que presenta las obras Flamenco and water y Algo en Pedregalejos, dos fotografías de danza combinadas con el agua, ambas tomadas en Málaga. La unión entre la fotografía y el videoarte, así como el teatro físico, ha sido vital en su carrera, ya que produce una sinergia muy especial entre el arte escénico y el audiovisual.  Otro punto de conexión técnica fundamental es que usa tecnología VR360 (Virtual Reality), que abre nuevas puertas a la experimentación en imagen fija e imagen en movimientos.

Marcelo Bilevich (Mar del Plata, Argentina), trae al Tiflológico Sillas voladoras, fotografía de su primera etapa. El autor trata de sacar el carrusel de su entorno y llevarlo a la imaginación del que observa la fotografía. Con ‘Shankardass’, Bilevich muestra una foto con mucho trabajo técnico, para congelar a la bailarina en el aire, en el instante correcto desde el punto de vista del ballet.

El madrileño José Julio Flores expone Homenaje a Pina, en recuerdo de un pintor y amigo, que falleció por enfermedad. Integra una obra suya en su fotografía. Con Pictures at an exhibition’ juega con la imaginación de la persona que ve la foto. En ella, una mujer en silla de ruedas está viendo una obra fotográfica, pero esta queda de espaldas, con lo cual hay que imaginar sus reacciones ante lo que está viendo.

La barcelonesa Carme Ollé muestra Titubeo, en la que evoca el ocaso de una de las torres gemelas de Nueva York en 2001. El ligero movimiento zigzagueado del plano evoca el momento del hundimiento del edificio. Con ‘Sigue Palpitando’ hace referencia a uno de los actos más solidarios de una comunidad, como es el caso de la donación de un corazón, para que este siga palpitando en otra persona más allá de la vida de quien realiza la donación.

Juan Torre (Getxo, Bizkaia), expone Luis Eduardo Aute, un retrato del cantautor que resalta el concepto de enfoque y desenfoque para llevarlo al relieve, para poder tocarlo. En Sofía Moro, muestra a la fotógrafa de El País, en una pared de arenisca erosionada y moldeada por el paso del tiempo; y, caracterizada por sus formas y relieves. Sofía está dentro de una oquedad que junto con los dos agujeros forma parte de una calavera. Es la representación del encuentro entre dos fotógrafos.

El Museo Tiflológico de la ONCE

El Museo Tiflológico es accesible a todos los públicos, donde se emplean, como canales de entrada de la información, el tacto y el oído, junto a la vista. En sus salas, se muestran cuatro colecciones: la de maquetas de monumentos arquitectónicos, la de obras de artistas con discapacidad visual grave, la de material tiflológico y la de libros en braille y otros sistemas de escritura anteriores a la creación de la ONCE. Se inauguró el 14 de diciembre de 1992 y es un espacio concebido para que sus visitantes puedan ver y tocar las piezas, aunque lo que realmente lo hace original y único es el hecho de ser un museo que nace por decisión de sus usuarios y diseñado por estos a la medida de sus necesidades. En él, se exhibe el patrimonio cultural de la ONCE y se desarrollan los programas de exposiciones temporales de obras de artistas ciegos y de extensión museística a través de la exposición itinerante de sus fondos.