Foro del Mediterráneo

Los expertos defienden utilizar todas las tecnologías disponibles para evitar la escasez del agua

Los profesores Gonzalo Delacámara y Paco Cabezas y el empresario José Claramonte abogan por soluciones convencionales y otras no tanto, como la reutilización o desalación del recurso hídrico

El cambio climático ha intensificado una debilidad histórica del Mediterráneo español, como es la baja disponibilidad del agua. El problema ha quedado de manifiesto en los últimos meses, en zonas como Catalunya, Andalucía o Murcia. Y la solución pasa por apostar por soluciones convencionales, como los trasvases o las aguas superficiales y subterráneas, pero también por otras menos habituales, como la reutilización y la desalación del recurso hídrico, según han afirmado los expertos universitarios y empresariales, reunidos en un debate sobre la gestión del agua, durante la segunda jornada del Foro Económico y Social del Mediterráneo, organizada por el grupo Prensa Ibérica en colaboración con la Fundación ‘La Caixa’.

"El modelo de inversión fue desarrollado entre los siglos XIX y XX y se basa en llevar el agua de donde se tiene a donde se necesita, pero ese modelo no sirve para atender los desafíos actuales. La seguridad hídrica a largo plazo está vinculada al cambio climático. Hay que apostar por el 'mix' en su conjunto", ha planteado el director del ‘Center for Water & Climate Adaptation’ de IE University, Gonzalo Delacámara. En la misma línea que el profesor de la Universidad de Murcia, Paco Cabezas, que considera que la combinación a elegir "dependerá de la necesidad". "Hay cuatro fuentes, la ponderación que se les da es distinta y depende de la necesidad imperiosa que se tenga del uso del agua y del precio. El acierto será elegir la combinación para movilizar los recursos de los que se dispone racionalmente", ha afirmado.

La regeneración y reutilización de aguas residuales es uno de los planteamientos por los que deberían apostar aquellas zonas con más demanda, según el director general de FACSA, José Claramonte. La comunidad del sureste español es “probablemente líder europeo" en regeneración y reutilización en la agricultura del agua depurada, según el director del Centro del agua y adaptación climática de IE University, Gonzalo Delacámara. Pero incluso en esta zona “hay margen” de mejora, añade Delacámara.

Y por si sola la regeneración de aguas no será suficiente, sino que requerirá del apoyo de otras fórmulas, como la reutilización y desalación, según han planteado los expertos. El problema de esta última solución es que tiene un coste muy alto todavía, pero a llevar muchos años en desarrollo. Con todo, la evolución tecnológica, a partir del uso de la energía fotovoltaica, ha permitido que lo que inicialmente costaba 20 euros por metro cúbico se reduzca a una cantidad cercana a los 0,4 euros por metro cúbico, según datos revelados por el moderador de la mesa, el director de la Opinión de Murcia, José Alberto Pardo. Si bien el agua desalada también suscita otros problemas que tienen que ver con la calidad del agua por la presencia de sustancias como el boro o el flúor que dañan algunos cultivos y obligan a un segundo tratamiento para que sea apta para el riego.

Nuevas actividades

Los problemas de insuficiencia del agua se han agravado en los últimos meses por la sequía, la gestión ineficiente de los recursos o la agricultura intensiva. El consumo humano cada vez requiere más agua, por el crecimiento demográfico y el auge del turismo, pero es la agricultura el principal consumidor, con la zona mediterránea representando más del 50% de la producción agrícola del país (cuarto exportador de la Unión Europea y séptimo a nivel mundial). Y, por tanto, este será uno de los sectores más afectados por el escenario que viene de “reducción de las precipitaciones” en los próximos años, según ha advertido José Claramonte.

Además, el experto ha advertido que empiezan a surgir nuevas actividades económicas, que serán grandes consumidoras de recursos hídricos en el futuro, como son el hidrógeno verde o los centros de datos. En este sentido, Claramonte plantea que hay que empezar a decidir “qué sector" se cubre "con los recursos actuales”, de forma que cada región determine “cuáles son las actividades estratégicas” para su territorio.

Unidad institucional

Una vez analizado el problema e identificadas las soluciones, Paco Cabezas ha criticado que en los últimos años se ha producido una “territorialización” de los recursos hídricos, que lejos de “amortiguar” el problema “lo incrementa”. “Solo hay una solución y pasa por promover acuerdos, diálogo y acercamiento de posiciones. El instrumento único es el Plan Hidrológico Nacional. Es el único instrumento porque es una ley que obliga a todos”, ha defendido.

En la misma línea, José Claramonte ha propuesto la creación de una secretaría de Estado del Agua y un ministerio de Agua y Energía; mientras, Gonzalo Delacámara ha planteado un “pacto de Estado” sobre la gestión del agua y el reconocimiento de que la igualdad no pasa por la igualdad de competencias, sino de derechos.

Percepción europea

La conclusión de los expertos participantes en el debate es similar al resultado del Consejo del agua -grupo de expertos creado por el diario la Opinión de Murcia, entre los que se encuentran representantes del gobierno regional, la Confederación Hidrográfica del Segura, rectores universitarios o representantes del sindicato de regantes, entre otros- que defiende una "política nacional del agua que considere este recurso como un bien de todos los españoles", según resumió el director de la Opinión de Murcia, José Alberto Pardo.

El consejo ha concluido que habría que priorizar los cultivos y el uso del agua en función del PIB y el empleo que generan. Y para ello plantean dejar a la iniciativa privada "que se arriesgue, que invierta y que tome el liderazgo", al tiempo que la administración debe "marcar el camino a seguir". El problema, añaden, es que a nivel europeo existe un "profundo desconocimiento de los países de la Unión Europea sobre lo que supone "formar parte de la Europa seca", lo cual "lastra" al sur del continente, añadieron en esas conclusiones del Consejo del agua.

Fondos europeos

El agua es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta España en los próximos años, sobre todo en las áreas del Mediterráneo. Y la atención sobre el control y la gestión de uso parece cada vez mayor, según refleja el Gobierno central al dedicar a esta materia uno de los 12 proyectos estratégicos (Perte) diseñados en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con una dotación de 3.485 millones de euros (incluida la adenda del plan inicial). Entre otras, se contemplan inversiones para la mejora de la capacidad y eficiencia de desalación en las Cuencas Internas de Catalunya (Tordera II y Foix) y en la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (Costa del Sol y Levante Almeriense).