Foro del Mediterráneo

Bogas (Endesa): "La regulación está hecha para desincentivar las inversiones"

El consejero delegado de Endesa urge a Gobierno y CNMC facilitar el desarrollo de las redes eléctricas y afirma que el porcentaje de energía renovable en 2030 se quedará 10 puntos porcentuales por debajo de los planes del Ejecutivo

El consejero delegado de Endesa, José Bogas.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha vuelto a pedir al Gobierno y al regulador energético (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) eliminar los límites a la inversión en redes eléctricas y mejorar su rentabilidad. "La regulación está hecha para desincentivar las inversiones", ha defendido Bogas, en una conversación con el director de información económica de Prensa Ibérica, Martí Saballs, durante la segunda jornada del Foro Económico y Social del Mediterráneo, organizado por Prensa Ibérica en colaboración con la Fundación 'La Caixa',

"La regulación de la CNMC es la más compleja que existe en Europa. Y me atrevería a decir que está hecha para desincentivar las inversiones. Además, el plan energético (diseñado por el Gobierno y conocido como Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) apunta la necesidad de invertir 53.000 millones de euros (en redes eléctricas) entre 2021 y 2030, pero hay un límite que no nos permite invertir más de 2.500 millones de euros al año", ha protestado Bogas.

Las grandes eléctricas, como Endesa, tienen el monopolio natural de las redes de distribución, que es la parte de la red que transporta la electricidad a los usuarios finales, pero no pueden destinar todo el dinero que quieran porque quienes pagan el despliegue en última instancia son los consumidores a través del recibo de la luz. Esta actividad está regulada en España por el Gobierno -que establece el máximo anual a gastar por las compañías- y la CNMC -que es quien se encarga de determinar la rentabilidad de estas infraestructuras por periodos de seis años-.

En el primer caso, el Ejecutivo ha establecido como límite a la inversión en redes para las compañías alcanzar el 0,13% del PIB, pero ha iniciado un diálogo con las compañías para tratar de elevar esta tasa. Más complicado es el caso de la rentabilidad, que en la actualidad se sitúa en el 5,58% (antes de impuestos). Las eléctricas consideran que este porcentaje "estaba bien cuando los tipos de interés y la inflación era baja, pero no hoy" y llevan meses presionando al regulador para que haya un cambio al alza en el próximo periodo regulatorio. "La CNMC en vez de tratar de incentivar el desarrollo de las redes, lo que trata de hacer es minimizar los desarrollos. Va con luces cortas en vez de con luces largas", ha insistido Bogas.

"Siempre he pensado que cuando el Gobierno lanzó organismo regulador de la energía, una de las cosas fundamentales era que seguiría como auditor y controlador de los costes, pero además serviría para incentivar la transición energética. Creo que es lo que le falta a la CNMC para cumplir su función, que tiene luces cortas y no luces largas", ha añadido. El Ejecutivo decidió a principios de este año la segregación del regulador energético de la CNMC -órgano regulador que incluye otros sectores, además de la energía- para crear un nuevo organismo especializado en esta materia, bajo la denominación de Comisión Nacional de la Energía (CNE).

El objetivo del Gobierno, fijado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), es alcanzar el 81% de renovables en la generación de electricidad en 2030, pero el directivo cree que solo se alcanzará el 71%. El año pasado, la penetración de energías limpias en la producción eléctrica alcanzó el 50% y en los primeros seis meses de este año alcanza el 60%. Bogas siempre ha calificado el PNIEC como "muy ambicioso", pero con puntos "muy discutibles", precisamente porque esos límites regulatorios impiden conectar nueva demanda de electricidad. Según la eléctrica, ha rechazado 15.000 megavatios (MW) de nueva demanda por falta de redes y el 10% de los puntos de recarga públicos que tiene instalados (5.800 puntos, de los cuales 600 son de recarga rápida) no tienen energía porque "no hay capacidad en la red".

Hidrógeno verde

El dirigente de la eléctrica y gasista española, propiedad en un 70% de la italiana semipública Enel, defiende que aquellos usos que no pueden ser electrificados, como la industria que trabaja con altas temperaturas, debe apoyarse en los biocombustibles y el hidrógeno verde. En este último caso, Endesa es mucho más pesimista que otras compañías del sector porque este vector energético todavía "cuesta más del doble que el gas". "El hidrógeno verde en esta década no va a ser posible. Entre 2030 y 2040 sí será cuando se desarrolle", ha añadido.