ELECCIONES EUROPEAS

El PSOE se aferra a los "errores" de Feijóo: "Se quita la careta con la ultraderecha"

Los socialistas elevan sus expectativas para los comicios del 9N y se muestran confiados en espolear la movilización del electorado progresista. Para ello escrutan los mensajes del líder de los populares e intentar arrinconarlo a la esquina más a la derecha del tablero  

Pedro Sánchez y Teresa Ribera, en un acto del PSOE en Sevilla.

Pedro Sánchez y Teresa Ribera, en un acto del PSOE en Sevilla. / EFE

Iván Gil

En la dirección de campaña del PSOE para las europeas cabalgan al ritmo del PP. Sus mensajes electorales están condicionados por lo que tildan de "errores" de Alberto Núñez Feijóo, a modo de respuesta a unas posiciones que refuerzan su estrategia de campaña. Desde un escoramiento a la derecha de los populares, al anticipar pactos con la formación de la primera ministra italiana y aliada de Vox, Georgia Meloni, o una crítica a los fondos europeos que enlazan con una apoyo al modelo económico de la austeridad.

En los primeros mítines de campaña, el PSOE se ha centrado así en cuestionar los mensajes del líder del PP. “Nos marca la campaña”, se jactan desde la sala de máquina de Ferraz. A ello añaden con ironía que el líder de los populares acumula varios patinazos cuando todavía restan casi dos semanas de campaña. Otras fuentes socialistas reconocen que Vox actúa como una suerte de “aliado” indirecto e inesperado, pues frenaría la capacidad de crecimiento del PP al retener un suelo de votantes. Al mismo tiempo, aseguran que moviliza al electorado progresista al obligar a los populares a mirar más a su flanco derecho.

Si los socialistas escrutan lo que consideran errores de su principal adversario electoral para adaptar su discurso, en privado reconocen que adaptan su estrategia porque se estaría “quitando la careta con la ultraderecha". En la precampaña se acusó al PP de “equidistancia” en la crisis diplomática por los “ataques” a las instituciones españolas del presidente argentino, Javier Milei, y ahora se utilizan las declaraciones de Feijóo situando a Meloni como un perfil no homologable a otros líderes de la extrema derecha europea para arrinconarlo en la esquina más a la derecha del tablero.

El PSOE sigue la estrategia de las generales de presentarse como único freno al auge de la ultraderecha. Ya no como amenaza, sino como realidad de gobierno en varias comunidades autónomas y grandes capitales, por las coaliciones entre PP y Vox, y en países europeos. “Hay dos maneras de votar a la ultraderecha, votando a Vox o al PP”, aseguraba Sánchez este sábado durante un mitin en Sevilla.

A la insistencia de Feijóo en homologar a Meloni, como reiteró este lunes durante una entrevista en Onda Cero, se suman los reproches por criticar que lo que consiguió Sánchez con los fondos europeos fue “endeudar” a los europeos. El segundo “error” de Feijóo en campaña, según recopilan en Ferraz, que le permitió tanto Sánchez como la candidata Teresa Ribera poner en valor la salida social de la crisis frente a los “hombres de negro” y los recortes del Estado de bienestar tras la anterior crisis financiera de 2018 como modelo a seguir por los populares. También para reprocharles una supuesta falta de patriotismo, como por la crisis diplomática con argentina al anteponer “la ideología” a la defensa del país y sus instituciones.

A la espera del debate electoral

El PP prescindió este domingo de la intervención de su candidata en las europeas, Dolors Montserrat, durante el acto político tras la manifestación convocada en Madrid contra la amnistía. El primer gran acto de campaña en el que sí intervinieron el presidente del PP, la presidenta de la comunidad autónoma, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde José Luis Martínez Almeida, el filósofo Fernando Savater, que cierra la lista electoral, y la política venezolana María Corina Machado a través de videoconferencia. Fue el elevado número de intervinientes por el que se justificó la exclusión de Montserrat.

Frente a lo que los socialistas enumeran como otro error más por intentar esconder a su candidata ante su “falta de proyecto”, enarbolan en contraposición el perfil de la vicepresidenta tercera. Una política curtida en las negociaciones en Bruselas y quien aspira a ocupar una cartera de peso en la Comisión Europea. En su entorno apuntan a que aspira a convertirse en comisaria de Energía, por el papel en política económica y las competencias más amplias que Medio Ambiente, la otra de las opciones que se han barajado. Es por esta cuestión que los socialistas depositan buena parte de sus expectativas al debate electoral que televisará RTVE el jueves de la próxima semana, antes del cierre de la campaña.

Participación y cambio de tendencia

En la dirección del PSOE y en el entorno de la candidata han ido elevando sus expectativas durante los últimos días. De aspirar a reducir distancias para quedarse a “dos o tres puntos” a apostar por un empate técnico e incluso situarse por encima. Aunque en la dirección hay quien dice que firmaría con repetir los resultados de las generales, a punto y medio del PP, la mayoría se ve con opciones de darle la vuelta al “plebiscito” que busca Feijóo en estos comicios. Para ello consideran imprescindible una alta participación en unos comicios poco dados a ello. En España, la participación solo ha subido del 60% cuando han coincidido la urna de las elecciones municipales. Este fue caso de 2019, mientras que en las dos anteriores citas fue del 43,8% (2014) y del 44,90% (2009). Una tendencia que confían en romper.

Los socialistas son optimistas sobre su capacidad de darle la vuelta a los sondeos y no solo ratificar su hoja de ruta en su primer examen con las urnas a nivel nacional desde las generales, sino debilitar el liderazgo de Feijóo y neutralizar su estrategia de oposición. La primera entrega del mercado de predicciones Predilect, elaborada por El Periódico cde Cataluña, del mismo grupo que este diario, del mismo grupo editorial que este diario, sitúa al PP en cabeza con una ventaja de 5,7 puntos y tres escaños sobre el PSOE. En Ferraz se refieren a una evolución favorable que se estaría acrecentando desde el arranque de la campaña. Los “errores” de Feijóo la alentarían, pero también una movilización tanto de sus bases como del electorado progresista porque “nos jugamos mucho”.