Ladrillos en el muro

La Comisión Europea ha aceptado la argumentación del Gobierno español para evitar la apertura del procedimiento por déficit excesivo, pero vuelve a insistir en el descuadre habitual de las cuentas y la reforma fiscal. Lo hace en el momento de las negociaciones económicas con los independentistas catalanes y la reforma de la financiación autonómica, con las deudas históricas pendientes. Entre ellas, la andaluza.

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Entra la Comisión con sus recomendaciones en las advertencias de que las brechas económicas entre las comunidades autónomas españolas está aumentando y que la mayor parte de ellas se está alejando de la media europea. El dato, histórico por lo recurrente y desalentador, es que ocho de ellas están un 25 por ciento por debajo de esa media europea.

Las bolsas tiran de los fondos

El que la Comisión advierta que hay situaciones parecidas en Italia o Francia (el peso del sector público de nuestros vecinos galos será el caballo de batalla de su próximo ejecutivo), nada tiene que ver con las necesidades españolas, que desde luego no pasan por ahondar en las diferencias cantonalistas que se reivindican alegremente, obviando que no vivimos en el siglo XIX.

El riesgo de seguir colocando ladrillos en el muro es que se queme la escuela, o eso era lo que escribió Roger Waters, de Pink Floyd, ¿no?

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